Un fuerte viento azotó el Valle de Lerma y provocó serios inconvenientes en árboles, postes y techos. Hubo hasta una familia inundada y una gran masa de viviendas sin suministro de energía eléctrica. Sin embargo no hubo víctimas, heridos ni nada que vaya más allá de los daños materiales.
Según registros del Servicio Meteorológico, el de ayer fue uno de los vientos más fuerte desde 2010. Las ráfagas llegaron a 91 kilómetros por hora. El pico sigue en el 18 de septiembre de 2012, con vientos a 112 km por hora. Mientras que en julio de 2010 hubo otro con 93 km/h y en 2012, con 96km/h.
"El viento cálido y con baja humedad comenzó el sábado por la tarde y el domingo se produjo el primer incendio de pastizales de una hectárea en la delegación de San Luis. Este foco presentaba peligro de interface, que puede ingresar a las viviendas. Fue sofocado por bomberos voluntarios del sur de la ciudad", dijo el subsecretario de Prevención y Emergencias de la Municipalidad, Nicolás Kripper.
"El domingo al mediodía comenzaron a llegar los primeros llamados por caídas de postes en los barrios Las Tunas, San Carlos y Los Ceibos. Se trabajó en el lugar con Edesa. Hubo dos árboles caídos en barrio Grand Bourg y en Las leñas uno rompió cañería de agua", amplió Kripper.
Pero lo más duro se vivió en la madrugada de ayer, y no fue en toda la ciudad. Hubo corredores con ráfagas de viento caliente de hasta 90 km por hora desde las 4.
La zona que más padeció fue San Luis, con caídas de muchos pinos, al menos 4. Toda la zona sur quedó sin energía eléctrica y hasta la tarde Edesa no restablecía el servicio.
Quedaron sin luz Santa Ana I, San Luis, La Silleta (Campo Quijano), parte de Los Álamos y 2 de Abril (Cerrillos). Grandes tramos de la Autopista Circunvalación Oeste también permanecieron a oscuras.
En el barrio Santa Ana II cayeron postes de cableado de electricidad, TV y teléfono, a la altura de las calles Virgen de Fátima y Virgen de la Candelaria.
También hubo voladuras de techos en El Mollar II, jurisdicción de Rosario de Lerma, límite con Cerrillos y Salta capital.
En tanto, en la manzana 541 de barrio Los Ceibos las ráfagas arrancaron las chapas de un tinglado.
Parte de la tapia perimetral del predio del legendario Club Atlético Cerrillos se llevó la peor parte. Está ubicado a la vera de la ruta provincial 23, camino a Rosario de Lerma. Las antiguas paredes de adobe cedieron a la fuerza del viento, también las chapas del quincho volaron por los aires. Los daños son significativos.
Hubo caída de árboles en barrio El Prado, en inmediaciones de la ruta nacional 51, frente al aeropuerto Martín Miguel de Güemes.
En San Luis, quizás el caso más grave, Eugenia Barbosa, vecina del lugar, sufrió la inundación de su casa y pedía a gritos la urgente intervención de Defensa Civil. Según contó a El Tribuno, la basura arrastrada por el viento taponó una acequia, emplazada en la intersección de las rutas 87 y 95, formando un dique, lo que causó el desborde que afectó de lleno a su vivienda.
En el parque San Martín, en tanto, cayeron unas cuantas ramas por lo cual desviaron el recorrido de los colectivos.
También fue afectada por las fuertes ráfagas la Quebrada del Toro. En Santa Rosa de Tastil se produjo la caída de numerosos árboles. El viento también se dejó sentir en Campo Quijano causando temor.
Las ráfagas impidieron en la madrugada de ayer aterrizar en Salta un vuelo de LATAM, procedente de Lima, Perú, por lo que tuvo que hacerlo en Tucumán donde permaneció hasta cerca del mediodía de ayer.
El susto de los pasajeros fue mayúsculo, ya que la fuerza del viento ocasionó fuertes sacudones en las estructura de la aeronave. Las consecuencias del clima prosiguieron durante toda la jornada ocasionando demoras en los vuelos, especialmente en el que debía partir desde la capital provincial rumbo a Perú.
Fuera del aeropuerto, en la zona del estacionamiento, el andamiaje que contenía las mediasombras en el estacionamiento de los automóviles también cayó pero afortunadamente no provocó daños ni afectó a los vehículos.
Wayra Toro
Sobre el origen y el nombre del fenómeno climático, fue el meteorólogo Ignacio Nieva quien dio las precisiones para el fin de las discusiones de vecinos.
El meteorólogo confirmó que se trató de un Wayra (viento) Toro, porque viene de las partes altas de la quebrada homónima que es el ingreso a los Andes, al oeste de Salta.
“Se trata de un Wayra Toro porque es caliente y con baja humedad”, dijo Nieva.
“En este momento (al mediodía de ayer) hay un scrum entre este viento caliente y seco del oeste contra el frío y húmedo que viene del sur. Al final ganará el frío por lo que se espera una mañana gélida. Esto pasa siempre y es por eso que los viejos cuenteros dicen siempre que después del viento caliente se viene el frío con todo”, dijo Nievas y dejó como dato que el frío se quedará hasta el viernes inclusive, sin descartar alguna baja posibilidad de nevada.
Fuente: El Tribuno