El 30 de agosto se celebra el día de Santa Rosa de Lima, la primera mujer canonizada por la Iglesia Católica en Latino América. Por la creencia popular, todos los años se espera en Argentina uno de los fenómenos meteorológicos más importantes en el país.

Según la creencia, esta mujer protegió a su ciudad de un ataque naval de piratas holandeses. Tras rezar en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Lima, se desató una tormenta que impidió el desembarco.

Históricamente, a partir de distintos mitos y leyendas, en nuestro país se espera la tormenta de Santa Rosa, caracterizada por lluvias intensas. Sin embargo, la fecha de la tormenta puede variar. La creencia es que suele suceder a fines de agosto, pero se puede adelantar o mismo atrasar unos 15 días.

Este año parece que pasará unos días antes de lo esperado, ya que el 25 de agosto empezaron a caer los primeros chaparrones en el centro y sur del Litoral y norte de la provincia de Buenos Aires.

De esta manera, la tarde y la noche del viernes 26 de agosto tendrán precipitaciones de intensidad variable. Luego, al pasar el mediodía, podrían darse chaparrones en la ciudad de Buenos Aires y, por la noche, hay hasta un 70 por ciento de posibilidades de tormenta.

La inestabilidad se mantendrá entre la madrugada y la mañana del sábado, con tormentas aisladas según las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional.

En ese período es poco común que haya precipitaciones en la zona patagónica y en el Noroeste Argentino (NOA). Esto se debe a que predominan los días despejados y con mucho sol por la estación seca. Sin embargo, es frecuente la generación de tormentas en esta época en el centro y noreste argentino debido a la proximidad de la primavera y los cambios en la atmósfera.

Para determinar cuándo sucede la tormenta de Santa Rosa, que suele ser confundida con lluvias que caen en el mismo período, el Observatorio Central Buenos Aires (OCBA) realizó un estudio estadístico de los últimos 100 años. Cabe destacar que una lluvia sin actividad eléctrica, como relámpagos o truenos, no se clasifica como tormenta.

Tomaron en cuenta los datos del 25 de agosto al 4 de septiembre (5 días antes y después de Santa Rosa) desde 1906 hasta 2021. Luego, contabilizaron, para cada año, la cantidad de días consecutivos con tormentas y la lluvia acumulada. En caso de registrarse más de un evento de tormentas en los 10 días considerados, se tomaron en cuenta solo el que dio lugar a mayor cantidad de agua caída.

Sin embargo, llegó a la conclusión que la tormenta de Santa Rosa no es tan común como se cree. El resultado del análisis demostró que, en los 116 años de registro, en 65 oportunidades (56 por ciento de los casos) se produjeron tormentas en esas fechas, aunque no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y abundantes.

De todas formas, desde el organismo estatal aseguran que no todas estas precipitaciones fueron intensas, o al menos no todas lo fueron tanto como la que pospuso la invasión pirata sobre Lima ante las oraciones de Santa Rosa.