Las guardias de las clínicas son una pasarela por la que circulan pacientes con síntomas compatibles con COVID-19 o que directamente solicitan un PCR, el hisopado nasofaríngeo, para detectar el virus SARS-
CoV-2. Con el avance de la pandemia comenzaron a surgir inconvenientes para la cobertura del análisis que determinará quiénes pasan a formar parte de las estadísticas de la pandemia. Advierten que no rige un criterio unificado para las obras sociales y que mientras algunos pacientes con síntomas podrán saber si tienen COVID-19, otros deberán quedarse aislados "por las dudas" y nunca confirmarán su diagnóstico.
Algunas obras sociales cubren el estudio solo si el resultado es positivo y otras ni siquiera eso. Además, hay problemas en la atención y los pacientes no saben cómo actuar.
Actualmente la mayoría de las obras sociales optó por pedirles a sus afiliados que llamen a un 0800 si tienen síntomas para evitar que vayan a una guardia y corran el riesgo de contagiarse o contagiar. Algunas de esas líneas centralizan la atención de diferentes empresas y canalizan las consultas médicas mediante videollamadas. Sin embargo, muchos nunca obtienen respuestas en estas líneas.
"Hay obras sociales que no atienden y la gente, con todos los síntomas, acude a las guardias porque en los 0800 no hay respuesta", advirtió Mariano Abdo, presidente de Aclisasa (Asociación de Clínicas y Sanatorios de Salta).
En las guardias los médicos deben diferenciar entre patologías respiratorias comunes de la época y casos sospechosos de COVID-19. Al declararse la necesidad de un PCR, la clínica toma la muestra y la deriva a uno de los cuatro laboratorios disponibles para los análisis.
El laboratorio les cobra a las clínicas y estas deben cobrarles a las obras sociales. "Estamos preocupados porque, lo que estamos haciendo, no sabemos si lo vamos poder cobrar. Hay obras sociales con las que está bastante aceitado el tema y otras con las que ni siquiera estamos teniendo respuesta", señaló Abdo.
Los afiliados de algunas obras sociales deben pagar de su bolsillo los estudios, que rondan entre 5 y 8 mil pesos. "A veces abonan los pacientes y las obras sociales tienen que hacer un reintegro", indicó el representante de las clínicas.
En las redes sociales muchos usuarios denuncian que la cobertura del PCR depende de si el resultado es positivo o negativo. Otros indican que es según se decida en una auditoría o que hay nula cobertura.
La misma situación se registró en abril en Buenos Aires. En aquel momento la Superintendencia de Servicios de Salud advirtió que las obras sociales y prepagas nacionales están obligadas a cubrir test y tratamiento en casos sospechosos o confirmados. "Esto lo tratamos hace 4 semanas en una reunión con la Superintendencia y el Ministerio de Salud (de Nación), que dijeron que las obras sociales no deberían reducir las prestaciones porque han sido beneficiadas con transferencias económicas", informó Abdo, que pidió intervención del Ministerio de Salud provincial como "órgano rector".
"Si te da positivo y sos esencial te cubre la ART. Si te da negativo, te debe cubrir la obra social. Estamos en esas discusiones y en el medio tenemos que atender a los pacientes. El Gobierno va a tener que bajar el lineamiento. Aquí todos vamos a perder, nadie va a ganar", aseguró.
Unos 150 diarios en el IPSS
Dentro del sistema sanitario provincial el Instituto Provincial de Salud de Salta (IPSS) es la obra social con más afiliados. Tiene cerca de 280 mil. Esta institución destacó que, si bien el número es dinámico y va en aumento, se reciben cerca de 200 consultas diarias e ingresan alrededor de 150 pedidos de PCR. Se indicó que, en la mayoría de los casos, se los autoriza.
La cobertura es del 80 por ciento y el afiliado pone en concepto de “copago” 1.000 pesos o 1.100 en caso de hacerse la prueba en el domicilio. El descuento es por cuenta corriente. En caso de tener coseguro, ese 20% es absorbido por el beneficio. Los planes especiales tienen cobertura al 100 por ciento. Luego de algunos inconvenientes para bajar la aplicación Salta Covid, el IPSS convino un nuevo sistema con las clínicas que dispusieron consultas por videollamadas.