"Están todos los problemas resueltos" en el laboratorio del hospital Señor del Milagro, explicó ayer el jefe de Vigilancia Epidemiológica de la Provincia, Francisco García Campos. El nosocomio público volverá a procesar desde hoy las muestras de pacientes con sospechas de padecer COVID-19, luego de que el domingo pasado se suspendiera ese servicio tras descubrirse que se habían arrojado 19 "falsos positivos" de test para la enfermedad de coronavirus.
García Campos detalló, en una conferencia de prensa en el Centro Cívico Grand Bourg, que se hizo una desinfección completa de las instalaciones donde se hacen los diagnósticos de PCR (siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa) para el virus de la pandemia.
"Si bien se vienen realizando las desinfecciones regularmente y como indican todas las normas de bioseguridad, no queda la menor duda de que así se venía haciendo, ahora se incrementaron e intensificaron", indicó el especialista.
La falla en el laboratorio habría estado en "una parte de la preparación de la PCR", según dijo el infectólogo. Señaló que las modificaciones que se implementaron en el lugar se hicieron en base a sugerencias del Instituto Malbrán, de referencia nacional para la enfermedades infecciosas.
Durante los últimos cuatro días, los test que realizaba el hospital Del Milagro quedaron a cargo de un laboratorio privado ubicado en la calle Zuviría de la capital salteña, con un costo de $2.500 por cada prueba.
A partir de hoy también se sumará al servicio público de test para coronavirus al laboratorio del hospital Oñativia, con lo que se pone en marcha el plan de descentralización de los análisis. García Campos anunció, en esa línea, que está previsto incorporar además al hospital Papa Francisco.
Existen, por otra parte, cuatro laboratorios privados en la ciudad de Salta que también realizan las mismas pruebas.
"Pool testing"
El jefe de Vigilancia Epidemiológica precisó que, dentro del plan de descentralización de los testeos, también se contará con las pruebas grupales o "pool testing". Según dijo, el método fue presentado por un equipo del Hospital Materno Infantil y consiste en unir las muestras de varios hisopados en un solo test de PCR, de manera de economizar y acelerar el proceso de diagnóstico.
Por ejemplo, si se quiere estudiar a 30 personas se las puede dividir en tres grupos de 10 individuos. Así, por cada grupo habrá 10 hisopados que se juntarán para hacer una sola muestra para el estudio de PCR. Si da negativo el test, se descarta de una sola vez que 10 personas tengan COVID-19. De resultar positivo, se procede a aplicar exámenes a nivel individual.
"La realización de los pool testing está en la fase final de aprobación del Comité de Bioética de la Provincia", dijo García Campos, y anticipó que en una primera etapa se aplicarán a las personas que están en cuarentena en los hoteles designados para quienes ingresan a Salta desde otras provincias.
Aclaró que una de las recomendaciones para los pool testing es "poder aplicarlo en situaciones de personas en contexto de encierro, allí es más fácil manejar estos testeos". García Campos precisó que hay unas 500 personas en hoteles, entre repatriados y no residentes que quieren regresar a sus provincias.
En cuanto a la posibilidad de que el laboratorio que tiene la Universidad Nacional de Salta (UNSa) comience a procesar muestras, el infectólogo lo descartó para el corto plazo.
"En cuanto al laboratorio de la UNSa, es excelente y nos dio mucho apoyo en 2009 (con la pandemia de la gripe A). Pero de acuerdo a las normativas para poder procesar muestras humanas tiene que tener un bioquímico como director técnico, y están en esa etapa", dijo.
Otro de los reparos que puso es que el ámbito que tiene la universidad "no es que esté preparado para tratar muestras respiratorias". En este punto, señaló que en algún momento puede haber alumnos, lo que hace peligroso el manejo del material de estudio.