Un prestigioso médico brasileño cuestionó con severidad la manera en que el gobierno de Jair Bolsonaro gerenció la crisis por la pandemia del coronavirus COVID-19 y pronunció un sombrío análisis sobre lo que ocurrirá en Brasil en las próximas semanas cuando se vaya desarrollando el brote y la enfermedad alcance a una porción mucho mayor de la población.
Cirujano y profesor de la Universidad de San Pablo, Miguel Srougi, de 73 años, ofreció una entrevista a O Globo en la que señaló que “los pobres morirán en las puertas de los hospitales” y que los centros médicos “ya están reduciendo el número de cirugías electivas” para poder hacer frente a la demanda de pacientes nuevos con gripe china confirmada.
“Los que más sufrirán son los pobres, los más vulnerables. Morirán a las puertas de los hospitales, no podrán entrar, y mucho menos recibirán un tubo para respirar y sobrevivir a la neumonía. Los pobres morirán en la acera”, pronosticó Srougi durante el diálogo con el principal medio brasileño. Y añadió: “Los hospitales ya están reduciendo el número de cirugías electivas, lo que no es urgente se pospondrá”.
El académico indicó que en la actualidad “los hospitales se están preparando para recibir pacientes” y se esperanzó con que “en áreas específicas, estas personas (los profesionales de la salud) son muy competentes y lo están haciendo bien. Pero como vamos a tener un aumento en los casos, esto puede afectar mucho. En los últimos diez años, se han cerrado 40,000 a 50,000 camas del Sistema Único de Salud (SUS) en el país por falta de recursos”, afirmó.
Brasil se encuentra con un sistema de salud “roto, degradado en un país que lo necesita tanto. Los gobiernos que recurren a hospitales privados tienen una lógica, pero ninguno de ellos transformará sus estructuras costosas y complejas en hospitales de campaña. Pero ciertamente tendrán que colaborar”.
Y emitió una dura crítica a cómo se atendió el caso en su país gobernador por Bolsonaro: “Aquí en Brasil estamos asistiendo a este proceso como espectadores, en el mundo entero gente muriendo, todo el mundo asustado y Brasil optimista. Las autoridades ya no hablan sobre el número de muertes, casos, sino sobre la fabricación de camas de hospitales. Tenemos ejemplos emblemáticos. Estas medidas no curan la pandemia, que solo se resolverá cuando descubran un medicamento o una vacuna. Brasil pudo observar lo que sucedió en China e Italia, y perdió tiempo para preparar, por ejemplo, la transformación de fábricas para fabricar respiradores”.
“Hay personas en el gobierno federal que están coqueteando con la oscuridad. El presidente, de manera incompetente e inmoral, despreciaba la gravedad de la pandemia, pensó que con palabras podría desviar la atención popular y evitar un hallazgo obvio: el colapso de la asistencia médico en Brasil, especialmente la de los más necesitados. Los grupos que estén mejor posicionados socialmente sobrevivirán porque tienen mecanismos de defensa más fuertes”, agregó.