Sin el coronavirus, la provincia hubiera tenido uno de los fines de semana más provechosos para la economía local. Semana Santa mueve mucho turismo.
En 2018, cuando la economía se sumergía en un período de recesión, Semana Santa dejó un impacto económico de $114 millones. En 2019, en una crisis más dura, el impacto económico fue un 45% mayor. Aunque no se informó en ese entonces el impacto total, se estima entonces unos $167 millones. Este año cambió todo. Las empresas no solo quedarán sin ganancias, sino que no tendrán facturación alguna. Desde que empezó la cuarentena, la actividad estuvo paralizada al 100%.
Estimaciones del sector, anticipan que para los próximos meses se han caído reservas de más de 36 mil pasajeros que venían a la provincia por congresos o turismo religioso. Por ahora no hay vuelos.
Más allá de las estimaciones, hay empleos directos e indirectos que se verán muy afectados. Las pérdidas serán mucho más elevadas a medida que avancen los otros fines de semana largo.
Es seguro que esta crisis golpeará más duro a provincias como Salta, que lograron consolidarse como uno de los principales destinos turísticos del país.
Duro escenario
La contracción que tendrán después de que se supere esta pandemia, continuará. Los especialistas en este sector estiman que la temporada 2020 está totalmente perdida y aseguran que se recuperará parcialmente a partir de marzo del año que viene. Si surge alguna vacuna o tratamiento eficaz para tratar el COVID-19, esos tiempos se podrían achicar.
Las expectativas en uno de los sectores que más aporta a la economía provincial son sombrías. El turismo receptivo internacional tardará mucho tiempo en recuperarse y el nacional dependerá de cómo haya atravesado el país esta pandemia. Algunos empresarios apostarán al turismo regional (entre provincias cercanas) pero aseguran que no será suficiente para palear esta crisis.
Sin reactivación
"Personalmente lo veo perdido (este año), el sector se va a tardar en reaccionar porque no sabemos cuándo va a terminar. Todos hablan de que todavía el máximo de contagio no llegó y Dios quiera que sea escalonado y no masivo porque sino ahí vamos a tener los mayores problemas, ya que no hubo sistema sanitario que haya aguantado", expresó Eduardo Kira presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Salta.
El panorama a futuro tampoco es alentador. Kira afirma que el último sector económico que va a reaccionar a nivel mundial es el turismo. Esto se debe a que los principales países del mundo, que son emisores de turismo como España, Italia, Francia, China y Estados Unidos han padecido seriamente el coronavirus.
"Somos los que más vamos a perder, y ya veníamos de una situación económica que no era de lo mejor. Vamos a tener que olvidarnos del turismo internacional por un tiempo largo", remarcó el empresario.
Kira deduce que el turista cuando vuelva a salir buscará sentirse seguro, por eso piensa que los lugares que no tuvieron infectados o pocos casos, puedan tener un plus a la hora de elegir algún destino.
Menor riesgo
"Van a ir a donde no van a correr riesgo, la gente se va a fijar en temas de seguridad para viajar y si sienten que el lugar le da seguridad. Después de estar tanto tiempo encerrado tal vez tres o cuatro días te tomás, pero por lugares cercanos. El tema es que el turismo regional económicamente eso no te salva, así que vamos a seguir padeciendo", comentó.
El otro factor clave, que mencionó el empresario, es lo económico y que para muchísimas empresas es una situación terminal.
"Que quede claro, que hay que preservar la salud, por eso no lo pongo en el tapete, pero necesitamos que haya producción", remarcó el referente de la Cámara.
Pero aseguró que la Argentina no está en condiciones económicas para dejar de lado a la producción, es por eso que consideró una buena medida que el presidente Alberto Fernández haya decidido flexibilizar un poco aunque sea la cuarentena para que puedan salir a trabajar más sectores productivos.
"Necesitamos pagar los sueldos, para mantener nuestros equipos de colaboradores que nos llevó años conseguirlos. Estamos pidiendo que nos aguanten cinco o seis meses para que nos podamos seguir manteniendo a nuestras empresas y nuestros empleados, ya que pagamos nuestros impuestos durante años. Es un drama que no sabemos cuándo termina", remarcó el empresario.
Actividad emergente
Carlos Eduardo Eckhardt, presidente de la Cámara de Turismo de Salta destacó al sector y la catalogó como "una actividad emergente" que estaba en condiciones de ayudar a la provincia, por la expansión que estaba teniendo la actividad.
"Estamos llamados a ser una actividad para ayudar, y fuimos castigamos por una pandemia que no sabemos cuál es su origen. Nos llevó 24 años de trabajo junto a la provincia y los empresarios para poner a Salta en un lugar de reconocimiento, pero si tenemos que arrancar de nuevo, lo haremos", sentenció el empresario.
"En este momento, hay una situación de quebranto dentro del sector por la falta de recursos".
Eckhardt asegura que en la provincia las bases de esta actividad "están consolidadas" y que la experiencia de un sector que tiene un largo camino recorrido son los valores máximos que tienen hoy en día.
"En poco tiempo estaremos emprendiendo caminos en los que vamos a tener que ser solidarios. Nosotros somos un sector de servicios, no tenemos stock, no tenemos reservas y el turismo ha venido aportando con pérdidas de rentabilidad desde hace unos años", expresó.
Lo que está pidiendo el sector, es que el Estado se ponga al frente de esta crisis y defienda a un sector que genera 50 mil puestos de trabajos formales directos y aseguran que no se pueden endeudar con un crédito del 24%.
"Hay que generar un Estado de emergencia, porque el mes que viene van a tener a la gente en la calle porque no se les va a poder pagar", destacó Eckhardt.
En este momento, hay una situación de quebranto dentro del sector por la falta de recursos, donde el primer afectado ha sido el turismo y va a ser el último en recuperarse.
"Va a ser mucho más grave, la gente en la calle, empresas quebradas y nos va a llevar tiempo recomponer esto y una clara comprensión del lugar donde nos encontramos. Estamos acompañando con lo mejor que podemos. En el turismo siempre tuve la responsabilidad de dar buenos mensajes, pero llega el momento en el que todos tendremos que tomar conciencia, un trabajo solidario responsable y por ahora los políticos deberán ser eficientes y dejar de hacer política con la necesidad", expresó.
Eckhardt volvió a remarcar que el año está perdido y mencionó dos motivos. Dijo que el impuesto del 30% a los viajes al exterior terminó quebrando al turismo emisivo y la pandemia, quebrando al turismo receptivo.
También 90% de la hotelería está en un dificultad muy seria por lo que tienen un panorama muy difícil hacia adelante. "No creo que hasta el año que viene podamos pensar en una reactivación. Lo que van a generar es quiebras masivas si no se hace algo", finalizó.