La Organización Mundial de la Salud (OMS) le pidió a la Argentina y otros países de América Latina y el Caribe con casos de coronavirus como Chile, Brasil, Ecuador, México y República Dominicana que se centren "en la contención agresiva" de los pacientes infectados. El director general del organismo Tedros Adhanom Ghebreyesus explicó en conferencia de prensa que "no hay una receta que se ajuste a todas las naciones" y recomendó aplicar "un enfoque integral" para combatir al virus.
El primer caso en la Argentina se confirmó en la tarde del martes. Se trata de un hombre de 43 años que estuvo de viaje por el norte de Italia y España que volvió el domingo a Buenos Aires, a través del aeropuerto de Ezeiza. A poco de llegar hizo una consulta médica por un cuadro de fiebre, tos y dolor de garganta. Se activaron los protocolos y desde el domingo estuvo internado y aislado en una clínica porteña en Recoleta, mientras que el martes por la noche lo trasladaron a otro centro de salud de la zona. Se encuentra aislado y bajo control.
Además de la Argentina hay otros países de América Latina y el Caribe que registran casos de coronavirus. Como Ecuador, con siete casos, México, con cinco, Brasil, con dos, y Chile y República Dominicana, con uno cada uno. Es por eso que el jefe de la OMS habló de "contados cuadros" del coronavirus en estas zonas. "No hay que rendirse, son unos pocos casos que se pueden contener", afirmó. Sugirió una estrategia de "contención agresiva" y "enfoque integral" para combatir al virus. Explicó que "no hay una receta que se ajuste a todas las naciones, porque cada realidad es diferente".
Respecto a las cifras mundiales dijo que hay un total de 90.893 casos confirmados y 3.110 muertes. Fuera de China se registran 1.848 infectados en 48 países, y el 80% de los enfermos se concentran en tres naciones: Corea del Sur, Irán e Italia. En las últimas 24 horas 12 nuevos países reportaron sus primeros casos y suman 21 las naciones con un solo infectado, mientras que en 122 países todavía no se registró ningún caso.
Por otro lado expresó su preocupación por la creciente escasez de suministros y equipo médico, que atenta la capacidad de los países para responder a la emergencia. Explicó que esa insuficiencia responde a la creciente demanda, pero también al acaparamiento y uso incorrecto de dispositivos para prevenir y combatir al virus.
"La escasez deja a doctores, enfermeros y otros trabajadores de salud mal equipados para atender a los pacientes con COVID-19 debido al acceso limitado a suministros como guantes, mascarillas médicas, respiradores, lentes, escudos faciales, batas y delantales", advirtió.
Según datos de la OMS cada mes se necesitarán 89 millones de mascarillas médicas, 76 millones de guantes y 1,6 millones de lentes. Para eso publicaron una guía para el uso eficiente de ese equipamiento en los centros de salud y para la gestión correcta de las cadenas de suministros, que se prevé que deberá aumentar un 40%.
"Llamamos a los fabricantes a aumentar la producción, para satisfacer esta demanda y garantizar los suministros. Además les pedimos a los gobiernos que les brinden incentivos. Una vez más, esto es cuestión de solidaridad. Ni la OMS ni ninguna industria puede resolver sola la situación. Hace falta que todos trabajemos juntos para garantizar que todos los países pueden proteger a la gente que protege a los demás", planteó.