El programa de subsidios para pagar sueldos que oficializó ayer el Gobierno nacional trajo alivio a las pymes, pero en las empresas más chicas, sobre todo, persiste la incertidumbre para hacer frente a las obligaciones salariales en lo inmediato.
"Obviamente que sirven las medidas de Nación, pero no es que son inmediatos los subsidios y los pagos de los sueldos son ya", dijo a El Tribuno el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salta, Daniel Betzel.
El dirigente insistió en el pedido de las cámaras empresariales nacionales de que se habilite una línea de créditos bancarios a tasa cero para hacer frente a los haberes de los trabajadores ya que el plan de financiamiento que se abrió, con una tasa del 24%, tuvo muy poca acogida entre los empleadores.
"Estamos desesperados de que salgan los créditos a tasa cero, porque ahí en un día se puede solucionar con el banco el pago de los sueldos", insistió Betzel.
Con un decreto de necesidad y urgencia, el presidente Alberto Fernández dispuso ayer, entre otras medidas, la postergación o reducción de hasta el 95% del pago de las contribuciones patronales; un subsidio para los salarios de hasta el valor de un salario mínimo vital y móvil ($16.875) por cada trabajador para quienes tengan hasta 25 empleados, los que tengan entre 26 a 60 trabajadores recibirán el 75% de la asignación compensatoria y los que tengan una planta entre 61 y 100 empleados tendrán el 50% del subsidio.
"Estábamos necesitando y pedíamos esa ayuda", dijo a El Tribuno Solana López Fleming, titular de la Cámara de Pequeños y Medianos Empresarios de Salta. Al igual que Betzel, la dirigente consideró que aún falta otras medidas para que las pymes pueden sobrellevar la crisis económica que se arrastra desde hace dos años y se agravó en extremo por la pandemia de la enfermedad del coronavirus.
"Nuestra angustia y preocupación mayor es cumplir con nuestros empleados. Con esta ayuda se cubre una parte del salario y la otra parte la tenemos que poner nosotros y en muchos casos no la tenemos", advirtió López Fleming y pidió facilidades en los créditos bancarios.
Explicó que los créditos a tasa del 24% que se ofrecen para los salarios no prosperan porque en la mayoría de las empresas no hay ingresos. Consideró que "esta vez" el sistema bancario, que fue el mayor beneficiario de los últimos años, debería ser solidarios con las pymes.
Por parte de los empleados también hay incertidumbre. El secretario general del Sindicato de Empleados Comerciales de Salta, César Guerrero, dijo que si bien fue un alivio la medida nacional de anular los despidos y suspensiones de trabajadores por 60 días, igual los trabajadores tienen temor por sus puestos laborales y salarios, en lo inmediato.
"Estamos con muchísima incertidumbre de la parte de los negocios que están cerrados", dijo el dirigente gremial.
Recordó que el comercio viene de un año catastrófico, con mil despidos de trabajadores formales en toda la provincia. A ellos hay que sumar el sector informal, más golpeado aún.