Según la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Salta (Aclisasa), el 40% del total de camas ocupadas en los sanatorios y clínicas afiliadas corresponden a casos sospechosos o confirmados de COVID-19. La entidad nuclea a la clínica Cruz Azul, Clínica Gemes, Maternidad Privada, hospital Santa Clara de Asís, clínica San Rafael, Sanatorio Modelo y el Centro Médico Vitae Salud, más una clínica de Tartagal y otra de Metán.
La información consigna que la ocupación total, que abarca a diferentes patologías y ahora también al coronavirus, ronda el 65%. Ese porcentaje está dentro del rango habitual.
Las cifras se conocen luego de que se resolviera el conflicto que los centros sanitarios privados mantuvieron con el IPS por la disponibilidad de camas. La obra social advirtió sobre el faltante de camas para pacientes con diagnóstico COVID-19 tanto en piso como en terapia intensiva, como para aquellos pacientes que requerían asistencia respiratoria mecánica. Esto en un primer momento provocó que el IPS suspenda las cirugías programadas. Posteriormente se resolvió por un lado que a los pacientes asintomáticos la obra social los internaría en hoteles dispuestos para ello, bajo la modalidad de internación domiciliaria con su correspondiente monitoreo médico.
Por otro, se coordinó con los centros privados que "las cirugías que no fueran de urgencia se fueran reprogramando para también darle lugar no solo a casos COVID-19, sino a otras patologías, porque la vida continúa y la gente se sigue enfermando de otras cosas como apendicitis que son operaciones de urgencia, y que necesitan una posterior internación", indicó Mariano Abdo, presidente de Aclisasa.
Abdo advirtió que en las dos últimas semanas "se incrementó la atención, a la par de los números de casos de la provincia".
Resultados dilatados
Superado el conflicto con la disponibilidad de camas para casos confirmados, devino el de "casos sospechosos", con importante ocupación de camas y altas o confirmaciones dilatadas. "Se están internando muchos pacientes sospechosos. Hay tantos, que los laboratorios están demorados en la entrega de los resultados. Eso produce que los pacientes estén internados, aislados y a la espera", señaló Abdo.
En la reunión que los centros sanitarios privados mantuvieron recientemente con el IPS, se les comunicó la situación. A la par se les realizó un pedido para que sea elevado al Comité Operativo de Emergencia. "Iban a tener una reunión para ver si cambiaba el protocolo para que todo caso sospechoso que no amerite internaciones se quede en su casa aislado y no ocupe camas en las clínicas", especificó el ingeniero industrial. "Necesitamos que cambien las normas", resaltó.
El criterio que siguen los centros privados para considerar que un paciente es caso sospechoso, indicaron, es el que "bajan desde el COE": un síntoma como tos seca, fiebre o pérdida de gusto o el olfato, diarrea o dolor de cuerpo.
La situación económica es otra preocupación de los centros privados. Durante los tres primeros meses de pandemia la ocupación de camas que suele ser del 70 % cayó hasta el 30 % en algunas clínicas y sanatorios. "La gente no quería ir por temor a contagiarse, y comenzaron a relegar el tratamiento de su patología de base", señaló Abdo. Esto provocó pérdidas económicas que lograron ser mitigadas con la ayuda estatal de nación para los sueldos del personal y la exención provincial de pagos de Ingresos Brutos que rigió de abril a junio. Los centros le solicitaron al Ejecutivo provincial una extensión de este último beneficio hasta fin de año.
