Rosario de Lerma es noticia por estos momentos porque es la primera localidad del interior de la provincia que registra un caso positivo. En efecto, ayer Salta sumó su quinto caso positivo y nuevamente se trata de una persona que vino de afuera. En este caso del sur del país.
El temor ahora, es que esta mujer, de 29 años, no haya cumplido la cuarentena obligatoria que debía realizar en su domicilio.
Es más, los rosarinos culpaban ayer al intendente de ese municipio y a la autoridades sanitarias por no haber ejercido los controles necesarios. "Acá no hubo control. Esta gente andaba por la calle como si nada, siguieron una vida normal", dijeron a los medios presentes.
Por eso la bronca e indignación de los vecinos, no por la persona enferma, sino por su actitud de no preservarse y aislarse sabiendo que venía de zonas con virus circulante. Recordemos que esta mujer se encontraba en El Chaltén trabajando, pero luego pasó por Buenos Aires, donde estuvo 4 días antes de volver en colectivo a Salta.
Es decir, ya en todo ese trayecto pudo contagiar a otras personas, y si no cumplió estrictamente la cuarentena en su domicilio, como dan a conocer sus vecinos del barrio Islas Malvinas, pudo seguir contagiando a gente por los lugares donde anduvo. Y como era asintomática, quizás por su corta edad (29 años), ni ella sabía que era portadora del virus.
Según afirmaban ayer, en Rosario de Lerma faltó control de los repatriados que llegaron de otras provincias y lejos estuvo de municipios como Orán, Campo Quijano, Tartagal, y otros que tomaron medidas muy estrictas con los que llegaban de afuera.