Tras ocho semanas de esfuerzos enormes para subsistir, abrirán los locales gastronómicos en la provincia, con medidas adaptadas a un nuevo escenario, en el que la sociedad debe convivir con un virus que puso en jaque al mundo entero.

Empresarios del sector lamentaron que muchos colegas no pudieron afrontar la situación crítica que generó la pandemia del nuevo coronavirus y no volverán a abrir sus puertas. Desde el 20 de marzo último, bares, restaurantes y confiterías se vieron limitados a ofrecer envíos a domicilio o comida para llevar, en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio.

Los gastronómicos saben que dieron un paso importante al lograr la habilitación de la actividad, pero también que no es suficiente para recuperarse de dos meses muy difíciles.

Consideran que las autoridades deberían evaluar la posibilidad de extender el horario de cierre hasta más tarde, para recibir más clientes, en una actividad que se caracteriza por la nocturnidad. Por ahora, el Comité Operativo de Emergencia los autorizó a abrir hasta las 20.

Si bien esperaban con ansias este día, reconocen que la gente no se volcará desesperada a buscar bares y restaurantes. "Va a ser mucha la oferta y pocos los comensales", observó el presidente de la Cámara Hotelera Gastronómica y Afines de Salta, Eduardo Kira.

A partir de hoy las personas cuyos DNI terminen en número par podrán concurrir los lunes, miércoles y viernes. Quienes tengan documento que terminen en cifra impar podrán hacerlo los martes, jueves y sábado. Quedan exceptuadas de esta situación las familias de primer grado, que pueden ir cualquier día, más allá de la terminación de los documentos de sus integrantes. Los domingos no se distinguirá por número de finalización del DNI.

Reapertura complicada

"Con esto no dejamos conformes a todos, pero es un modo de empezar", expresó Kira, y advirtió que buscarán extender el horario de cierre para que sea parecido al de Jujuy, donde los locales de comida reciben gente hasta la medianoche y a la una de la mañana cierran por completo.

El empresario reconoció que va a ser muy complicada la reapertura y que los locales deberán ofrecer precios competitivos: "Hay que ser cautos, porque la gente ha sentido este cimbronazo económico. Hay que tener el equilibrio justo para que quede algún tipo de rentabilidad para ayudar un poco a los establecimientos, pero adaptarse a la realidad que vivimos".

Kira observó que la situación económica, que venía siendo mala, empeoró con la pandemia: "Nadie se acuerda del dólar, pero ya vale más de 130 pesos. Acá tenemos un menú que cuesta dos dólares".

Si bien no sabe cuántos negocios sobrevivieron a estos dos meses de actividad mínima, el presidente de la Cámara adelantó que "los resultados van a ser pésimos" y que habrá cierre de locales en toda la provincia.

"Mucha gente no resiste estar 60 días sin trabajar. Las consecuencias van a ser gravísimas", evaluó.

Lucas Urtasun, propietario del Café del Tiempo en el Paseo Balcarce, confesó que no estaban decididos a abrir ni sabían de qué forma hacerlo. El trabajar de día no les resulta muy redituable, ya que el fuerte de ellos es por la noche.

El tener que cerrar a las 20 y el contar con la mitad de la capacidad disponible les genera dudas, pero el buen diálogo que mantienen con el dueño de la casa les permite pensar en la posibilidad de hacerlo.

El empresario reconoció que el envío a domicilio, en el que incursionaron a raíz de la pandemia, "es muy complejo", pero les permitió sostener parte de los salarios. "Tenemos una estructura muy alta para competir en ese mundo, en el que muchos se metieron a precios muy bajos", analizó.

Valoró que la experiencia que construyeron a lo largo de 19 años les permitió estar "bastante bien parados", ante esta crisis: "Pudimos afrontarlo los primeros meses, pero esa no es la realidad de la mayoría".

14. Se debe optar por el pago electrónico, con posterior desinfección de posnet. Minimizar el pago en efectivo.
15. Asegurar la ventilación adecuada del salón y áreas generales.
16. Lavado frecuente de manos, en cada servicio de mesa (al servir platos, colocar utensilios) y recambio (retiro del servicio de mesa).

 

Urtasun consideró que la gastronomía va a ser uno de los últimos sectores en activarse, porque la gente está con deudas y con mucha incertidumbre. 

Menos presión fiscal

El empresario advirtió que la situación de los comerciantes es insostenible, por la gran presión tributaria y la cantidad de trámites que les exigen desde el Estado para funcionar. “Hoy está muy a la vista que todo lo que generan las empresas queda en un agujero negro”, opinó.
Consideró que el Estado debería replantearse muchas cosas y eliminar las “que son innecesarias y que ayudan a que nada funcione bien”.
Evaluó que, al no haber turistas, la Balcarce es una calle más: “La zona va a tener que reinventarse y bajar muchas pretensiones que estaban subidas a los costos de los negocios, como los alquileres y el Estado poniendo presiones fiscales y controles atroces”.

Como cooperativas

Tupac Puggioni, dueño de La Vieja Estación, se mostró expectante ante la apertura, pero reconoció que no esperan mucha gente. Consideró que la posibilidad de abrir les permitirá tener un poco más de ingresos que los que obtienen con las entregas a domicilio, aunque sigan endeudándose.
Contó que la mayoría de los locales gastronómicos en la actualidad funcionan como cooperativas y que todo lo que ingresa se divide entre quienes trabajan: “Los gastronómicos no pretendemos ningún tipo de ganancia”. 

Cambio de horario

Puggioni opinó, como sus colegas, que la gastronomía en Salta es “básicamente nocturna”, y que de día no hay mucho movimiento. 
Pidió que se cambie el horario en que trabaja el comercio y mencionó el caso de Catamarca, donde los negocios abren de 10 a 18. Consideró que esto permitiría que los empleados consuman algo en los locales de comida antes de entrar a trabajar o al salir: “Es difícil si en el mismo horario que nosotros abrimos abre el comercio. Son los únicos que tienen unos pesitos”.
El empresario consideró que el Gobierno “tiene que afilar el lápiz”, ya que “habilitar restaurantes no va a generar amontonamiento ni muchedumbre”.
Puggioni aseguró que tendrán platos “al alcance del público local”, con un menú con bebida, plato principal y postre a 300 o 350 pesos, y promociones para tentar a los salteños.