La final de la Copa Libertadores 2023 ya se vive en las calles de Río de Janeiro. Boca Juniors llegó a Brasil para iniciar la preparación en el predio de Vasco da Gama de cara a la definición de este sábado ante Fluminense desde las 17 en el Estadio Maracaná.
Luego de subirse al avión pasadas las 14 horas, el plantel liderado por el entrenador Jorge Almirón arribó al país vecino a alrededor de las 19, pero tuvo un percance inesperado que frenó el desplazamiento de una parte de la delegación. “La llegada no fue de las mejores. La utilería de Boca se quedó en el aeropuerto de Río de Janeiro porque les faltan cinco bolsos con ropa y botines”, contó el periodista de DSports Radio, Facundo Pérez.
En consonancia, el cronista de la cadena ESPN, Diego Monroig, aclaró que el faltante registrado no fue embarcado en Buenos Aires y continuarán las averiguaciones a distancia con el fin de localizar su ubicación y recuperarlo en su totalidad.
Antes de las 20:30, el micro llegó al hotel donde los representantes auriazules se hospedarán en estos días y el primero en abandonar el vehículo fue Marcelo Weigandt antes de darles paso al resto de sus compañeros. Fue uno de los protagonistas que escuchó el recibimiento de los hinchas en las adyacencias del lugar, con una canción dedicada al clásico rival: “Vamos Boca, vamos. Ustedes pongan huevos, que ganamos. Vamos a traer la Copa a la Argentina, la Copa que perdieron las Gallinas...”.
Luego de descender del rodado, los jugadores tuvieron un gesto destacado con los seguidores que se agolpaban en los ingresos. Luis Advíncula, Cristian Medina, Pol Fernández, Darío Benedetto y Valentín Barco fueron algunos de los que se hicieron un espacio antes de cenar para tomarse fotografías, firmar autógrafos y regalarles un momento único a los fanáticos.
Una de las ausencias más destacadas pasa por la de Exequiel Changuito Zeballos, quien se quedó en Buenos Aires por recomendación médica porque su operación en la rodilla derecha por una ruptura del ligamento cruzado anterior y menisco externo aún es muy reciente. Aprovechará este tiempo para continuar con su recuperación.
Por otro lado, Juan Román Riquelme fue una de las caras más destacadas en la travesía a Brasil. El vicepresidente se integró al viaje para volver a acompañar a los futbolistas que buscarán la coronación después de haberlo hecho de igual manera en la semifinal ante Palmeiras.
La previa a la definición está marcada por distintas hostilidades de parte de los hinchas brasileños y personalidades reconocidas vinculadas a Fluminense. El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, alertó sobre una “tensión creciente” después de que un grupo de torcedores del Flu haya agredido a unos 30 simpatizantes de Boca Juniors, quienes ya llegaron a la ciudad carioca.
Una de las víctimas, Pablo Moulia, subió una historia de Instagram con una foto del golpe que recibió en la cabeza y la siguiente frase: “Nos cagaron a palos. Me robaron el celular. Éramos 30 y vinieron con reposeras a la playa a rompernos la cabeza”.
En la discusión dialéctica, Romario apeló a la descalificación para referirse a uno de los finalistas de la Copa Libertadores: “Fluminense debería tomar la iniciativa. Que se jodan los argentinos, esos cabrones. Ya está, a Boca se lo va a dar por el culo. Soy de Fluminense desde que nací. Jugué en el Fluminense, soy de Río, tengo mucho cariño, es la afición más encantadora que he tenido la oportunidad de conocer, es el mejor equipo y realmente se lo merece”.