Diego Armando Maradona tuvo un debut victorioso el lunes como entrenador de Dorados de Sinaloa, su nueva aventura deportiva en el norte de México, al superar con claridad 4 a 1 a Cafetaleros, en la octava fecha de la Segunda División azteca.
Lo particular es que el triunfo se gestó desde un triplete de Vinicio Angulo, el dueño de la camiseta número "10", y gran figura del encuentro.
Dorados, que cuenta con varios futbolistas argentinos en el plantel, obtuvo así su primera victoria en la Liga Ascenso MX para cerrar una semana intensa donde los focos se centraron en Maradona. De hecho, durante el partido se usó una cámara especialmente para seguir al exDT de la Selección en el banco de suplentes junto a su colaborador más cercano, el exarquero Luis Islas.
Maradona tuvo su debut soñado como DT del Dorados de Sinaloa.
El astro argentino ingresó con una gorra, vestido con ropa deportiva del club y permaneció quieto durante los primeros 45 minutos, de brazos cruzados y sentado en el banco. En el complemento, modificó su postura corporal, porque la mayor parte de los minutos los vivió parado y en todo momento alentó y ordenó a sus futbolistas.
Los tres goles de Angulo los gritó de igual forma: apretó ambos puños, se abrazó con su cuerpo técnico y arengó a la tribuna. En el segundo tanto, de hecho, corrió hasta el córner para abrazar y saludar uno a uno a los jugadores que festejaron el 2-0 parcial.
Más allá de la bronca por el descuento de cabeza de Sebastián Ariel Ibars, la tranquilidad definitiva llegó con el tanto de Cogoza, que también le ofrendó su festejo al Diego.
Con el pitazo final, Maradona apretó el puño derecho, lo lanzó al aire, se persignó y acompañó a sus jugadores para hacer el festejo "vikingo" junto a los hinchas. En el estadio La Pecera, con capacidad para 19.000 espectadores, los fanáticos de Dorados lucieron las camisetas de su club con el número 10 y hasta banderas pintadas con el rostro del Diego.