Como si para Italia la segunda eliminación seguida en el camino hacia una Copa del Mundo (en marzo pasado, la caída 1-0 en las eliminatorias ante Macedonia le impidió estar en Qatar 2022; ya había quedado afuera en Rusia 2018) no hubiera sido suficiente mazazo deportivo y anímico, la derrota por goleada (3-0) frente a la Argentina en la definición de la Finalissima, en el estadio londinense de Wembley, fue otro empujón hacia la incertidumbre y la congoja. El vigente campeón de Europa se vio vapuleado por el seleccionado que lidera Lionel Messi y, otras, las críticas para el equipo europeo invadieron los medios y los mensajes expresados por los simpatizantes del tetracampeón mundial.
“Se acabó un ciclo, no parecemos ni un equipo. De Wembley (Eurocopa) a Wembley (0-3 con Argentina), la comparación es humillante”, publicó La Gazzetta dello Sport. Y añadió: “No hay nada de malo en admitirlo. La historia de la bella Italia de Mancini ha terminado. Eso es suficiente. Bloqueado. Tenemos que empezar de cero o casi. Uno no sale del Mundial así sin consecuencias”.
En tanto que, Tuttosport publicó: “Lautaro, Di María y Dybala arruinan la despedida de Giorgio Chiellini [NdR: el defensor y capitán jugó su último partido en el seleccionado]”. Mientras, el Corriere dello Sport apuntó que Italia fue “dominada”. “Del triunfo de hace un verano, con la increíble alegría de la Euro, al melancólico final de un ciclo marcado por la ardiente decepción de la eliminación del Mundial. Dominado físicamente y en el juego, técnicamente inferior. Los azzurri nunca han conseguido jugar al nivel de los argentinos”.
El diario La Stampa publicó que Italia fue “arrollada” por la Argentina en Wembley, añadiendo que hubo una “brecha técnica neta” y que “la refundación italiana promete ser larga y fatigosa”. Por otro lado, la Repubblica definió a los equipos como “Súper Argentina” y “pequeña Italia”.