Tras una reunión de carácter extraordinario, la UEFA decidió que San Petersburgo (Rusia) no acoja la próxima final de la Champions League el 28 de mayo tras la invasión de Ucrania por parte del gobierno de Putin y el encuentro se jugará en París en el estadio de Francia en Saint-Denis, a las 21.

En ese contexto, la UEFA emitió un comunicado oficial en el que informó su decisión de dejar sin efecto el partido que debía jugarse en el Gazprom Arena de San Petersburgo y mudarlo al Stade de France, en París.

La medida se adoptó en la reunión convocada por el presidente del organismo, el esloveno Aleksander Ceferin, en la sede de la UEFA en Nyon, Suiza, en la que se evaluó la situación y se decidió alinearse con la Unión Europea en su política de sanciones y aislamiento a Rusia.

Si bien existen estrechas relaciones comerciales con Rusia a través del patrocinio de Gazprom, la UEFA vetó la sede de San Petersburgo en una decisión que no acarreará en principio ningún tipo de indemnización para la ciudad excluida al tratarse de una causa de fuerza mayor.