Mientras sigue trabajando de manera diferenciada en Barcelona, producto de una lesión de grado 1 en el sóleo de la pierna derecha, Lionel Messi agitó las aguas en la institución al hablar de su futuro tras el irregular arranque en la liga española.
"Esta es mi casa y no quiero irme, pero quiero ganar", reza el avance de la portada del diario Sport, que lanzará este jueves una entrevista exclusiva con el delantero argentino de ocho páginas en la que habla de Neymar, el equipo, su presente futbolístico y de Antonela Roccuzzo, su mujer.
Los medios españoles sostienen que estas palabras hicieron mucho ruido en las oficinas del conjunto catalán, sobre todo por la existencia de una cláusula que le permitiría a la Pulga abandonar la institución al final de la próxima temporada si ese es su deseo, tal como fue pactada con Andrés Iniesta, Xavi o Carles Puyol, apoyándose en la lealtad y la confianza entre ambas partes.
En 2017, Messi firmó la renovación de su contrato hasta 2021, fecha en la que cumpliría 34 años, con una clausula de rescisión de 700 millones de euros, válida solo para los primeros dos años, pero ahora ni el club quiere presionar al jugador para una futura extensión de su vínculo, ni el futbolista pretende hacer fuerza para irse.
En otro sentido, el futbolista rosarino apostó por su excompañero Carles Puyol como secretario técnico: "Sería bueno para el club que hubiera una estabilidad y no tantos cambios en la estructura deportiva".