“Tras el entrenamiento de hoy, el futbolista Nicolás González sufrió una lesión muscular y quedará desafectado de la nómina mundialista. En su reemplazo, el cuerpo técnico de Argentina convoca a Ángel Correa”, rezó el escueto comunicado mediante el que la Selección anunció la baja del delantero de la Fiorentina, de 24 años, y la incorporación del ex San Lorenzo, quien había quedado afuera en el último corte.
Fue el comienzo de una jornada agitada en Qatar University, el hogar de la Albiceleste en Doha. Es que no fue el primero en perder su lugar en la nómina. Cerca de las 18 (hora argentina), el seleccionado confirmó otra baja: “El jugador Joaquín Correa también será desafectado de la convocatoria mundialista por lesión. El reemplazante será informado en las próximas horas”. El tiempo de análisis fue corto: 45 minutos después resultó elegido Thiago Almada.
El detalle de lo sucedido con ambos en los últimos días explica la decisión del cuerpo técnico. El ex Argentinos acarreaba problemas físicos, al punto de que no participó del amistoso de ayer ante Emiratos Árabes. Y en el primer ensayo del plantel en Qatar University sufrió una ”lesión muscular bíceps femoral izquierdo”, según el parte oficial. Luego del 5-0 en Abu Dhabi, Lionel Scaloni había advertido que varios integrantes del plantel llegaban tocados a la Copa del Mundo. Y no había descartado modificaciones en la nómina.
“Es verdad que hay algunos que no jugaron por precaución y porque tenían alguna molestia y a esos no los arriesgamos. Hay posibilidad de cambiar la lista de 26. Depende de la evolución de los lesionados. El resto ha jugado y no se les dice mucho más. Ellos son bastante grandecitos como para decir si están en condiciones de seguir o no”, lanzó el entrenador de la Albiceleste en zona mixta.
“Tampoco digo que vayan a salir de la lista. Es evidente que hay jugadores que no están bien y han quedado hoy fuera de la convocatoria porque no estaban aptos para jugar o corrían algún riesgo”, añadió. Si bien no hizo nombres propios, la lupa se posó sobre González, Cuti Romero y Marcos Acuña. Finalmente, el primero en salir fue el ex Bicho.
Nicolás González había sufrido una distensión en el partido entre la Fiorentina e Inter de Milan a finales de octubre. Las pruebas que le realizaron en aquel entonces excluyeron lesiones músculo-tendinosas y tampoco presentó una “ruptura fibrilar” según el portal deportivo italiano Tuttosport. No obstante, nunca logró ponerse al 100% desde lo físico. Y en el desembarco en Doha llegó la peor noticia para él.
González se transformó en un jugador fetiche a lo largo de la era Scaloni por su versatilidad. En la Selección supo jugar de volante por afuera, de carrilero y hasta de delantero centro. Fue parte del plantel que ganó la Copa América en 2021 (disputó cinco partidos) y firmó tres conquistas en Albiceleste, todas en Eliminatorias. También obtuvo la medalla dorada en los Juegos Panamericanos 2019 con el seleccionado Sub 23.
Y el segundo “tocado” en caer resultó Correa, quien firmó el quinto tanto ante Emiratos Árabes y terminó con dolores en una de sus piernas. El atacante del Inter había sufrido una lesión a principios de octubre en su equipo durante un partido ante el Barcelona por la Champions League. “El delantero nerazzurro presenta una molestia en el tendón de la rodilla izquierda. Su estado será evaluado día a día”, informó el parte médico del conjunto de italiano en aquel entonces. Después de ese encuentro, el ex Estudiantes tuvo varios días de descanso y parecía que estaba repuesto, pero las molestias se reavivaron. “Tendinitis aquiliana pierna izquierda”, rotuló el parte ofrecido por la AFA.
Quedaban dos nombres en “reserva”; avisados de que podían ser llamados ante una urgencia: Facundo Medina y Thiago Almada. No obstante, Scaloni se tomó un tiempo extra para resolver su reemplazo. El propio ex Vélez, Alejandro Garnacho y Gio Simeone aparecían como los candidatos a reemplazar a Correa en la reunión de urgencia que comadó el DT en la madrugada de Qatar. De todas formas, no innovó. El ex Vélez se ganó una cama en el búnker en el intenso primer día del combinado albiceleste en Doha.