El 6 de mayo de 2018, a alrededor de las cuatro de la mañana, en una de las residencias que habitaban en el hotel Faena, Claudio Paul Caniggia, según la denuncia de su por entonces esposa, Mariana Nannis, ingresó a la habitación mientras ella estaba dormida, la despertó, intentó mantener relaciones sexuales y ante la negativa de ella, la forzó y abusó sexualmente al mismo tiempo que la golpeaba y la amenazaba con matarla. Y tras el presunto sometimiento, cuando ella le dijo que lo iba a denunciar, él supuestamente le contestó: “Soy amigo del capo de la Policía, soy Caniggia, si hacés la denuncia a mí no me va a pasar nada y en cambio tu cabeza va a rodar. Si salís por esa puerta te voy a mandar a matar. Vos a mí acá solo no me dejás”.
Pues bien, cinco años después del presunto delito y tras la denuncia que radicó Mariana Nannis en 2020 ante la Oficina de Violencia de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, la jueza Fabiana Palmaghini procesó al ex jugador de fútbol por abuso sexual agravado, que contempla pena de hasta 15 años de prisión y un mínimo de seis, por lo cual de ser condenado es de cumplimiento efectivo tras las rejas. El procesamiento es sin prisión preventiva, porque la jueza entiende que no entorpeció la investigación ni hay presupuesto de fuga, por lo que el Pájaro seguirá libre mientras dure el proceso penal. En los considerandos la jueza también le trabó embargo por cinco millones de pesos, le dictó la prohibición de acercarse o comunicarse con su ex mujer por cualquier vía ya sea personal o digitalmente, y además le impuso que debe fijar residencia en la Argentina e informar con cinco días de antelación cada vez que quiera ausentarse por motivos laborales del país.
Según lo que considera la jueza en un dictamen de 45 páginas, los hechos ocurridos fueron denunciados primariamente en 2019 ante la Oficina de Violencia Doméstica y la Justicia, pero llamada a ratificar, Nannis no concurrió por lo que la causa fue archivada. Pero tras presuntos nuevos episodios de violencia física, la madre de Charlotte, Axel y Alex volvió a denunciar y ahí sí se abrió el proceso penal. Ambos declararon y cada uno se mantuvo en sus dichos: Nannis relató con lujo de detalles lo sucedido aquella noche y el ex futbolista de la Selección negó que eso hubiese ocurrido. Ante esta situación y al no haber testigos directos del presunto hecho, se llamó a declarar a los testigos ofrecidos por ambas partes. Tres amigas de ella aseguraron que estaban al tanto de la situación por relato de Mariana, quien además les mostró moretones que tenía por los golpes que asegura le daba su ex marido. Mientras que los testigos de él dijeron que la relación de pareja era normal y que nunca se enteraron de que hubiese problemas de violencia u otra índole. También declararon los empleados del hotel Faena que estaban de servicio en aquel momento, quienes aseguraron que no recordaban dado el tiempo transcurrido pero que tampoco había registros en las actas del establecimiento de una situación como la descripta.
Después ambos debieron ir a una pericia psicológica. Y salió favorable para los dos. Esto que parece extraño no lo es tanto en la Justicia. La de Nannis expresa que, si bien ella cuenta con algunos rasgos histero narcisistas, su relato fue coherente en las tres oportunidades en que lo expuso. Aunque se aclara en el informe que no se hace un juicio de valor sobre la veracidad de los mismos, sino sobre la coherencia. Lo mismo ocurre con la pericia de Caniggia: según los profesionales tiene una personalidad sin rasgos violentos y su negativa también se basa en un relato coherente. Dada esta particularidad, entonces, donde todo parece en términos futbolísticos a considerar que ambas partes están en una especie de empate técnico por las pericias y los testigos, la jueza tomó la decisión de que todo el asunto se debata en un juicio oral, donde supone que es el lugar más apropiado para que la verdad salga a la luz.
De hecho del fallo se lee textualmente: “Dicho todo esto, a poco de tomar lectura, se evidencia que la querellante Mariana Belén Solange Nannis Silles mantuvo la misma imputación: dijo que fue penetrada vaginalmente contra su voluntad por quien en ese entonces era su marido, el que la sometió sexualmente de manera verbal y física violenta, y esa es, justamente, la cuestión central sobre la que gira la investigación que fue emprendida. En otras palabras, los dichos de Mariana Belén Solange Nannis Silles demuestran la persistencia a la que se hizo mención; y si bien es cierto que en algunos de los pasajes de los tres testimonios que la nombrada prestó ante la instrucción existen algunas divergencias, no menos cierto es que la cuestión troncal ha sido y es siempre la misma. Al imputado Claudio Paul Caniggia le atañen las mismas consideraciones que a su acusadora. Ha mantenido siempre la misma versión, y sus dichos resultan veraces y creíbles desde la perspectiva de la suscripta por los mismos argumentos que se han venido señalando. Si ambos confrontados han sido persistentes, creíbles y veraces; y no resulta evidente que hubiesen mentido al declarar, se plantea la dicotomía de discernir a cuál de los dos le corresponde la verdad. Y es justamente, por esos razonamientos, que considero que existen elementos de prueba suficientes para avanzar a la siguiente etapa del procedimiento y que la cuestión sea debatida en la etapa plenaria, toda vez que no existe certeza negativa de la ajenidad a los hechos por parte del causante. Así considero que es en el ámbito del juicio donde se podrá evaluar con total amplitud cuál es el alcance de la denuncia y de la imputación”.
¿Qué va a pasar ahora? Carlos Broitman, abogado de Nannis, le aseguró a Infobae que mañana apelará que el procesamiento lo deje en libertad y pedirá la inmediata detención de Caniggia aunque parece difícil que esto ocurra. El jugador, por su parte y a través de su abogado, Fernando Burlando, apelará el procesamiento y ahí se verá si la Cámara lo anula o lo ratifica. Si ocurre lo primero, la jueza deberá volver sobre sus pasos y ampliar las medidas de prueba antes de tomar una decisión. Si pasa lo segundo, el ex jugador de River, Boca y la Selección queda a las puertas de un juicio oral cuya pena oscila entre los seis y los 15 años de prisión.