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River le ganó a Independiente y sigue imparable

River le ganó a Independiente y sigue imparable

En el Monumental, el Millonario fue muy superior al Rojo, que terminó con diez por la expulsión de Damián Pérez a los 16′ST.

Hace apenas cuatro días, River se quedó con un hombre menos y apabulló de igual manera a Sporting Cristal, con juego y actitud ganadora mezclados en iguales medidas. Este domingo, Independiente sufrió una expulsión en un clásico 0-1 y lo único que pudo intentar fue no ser goleado por el equipo de Martín Demichelis en el Monumental. Es una buena imagen para graficar las diferencias anímicas, mentales y futbolísticas de dos grandes del fútbol argentino promediando este primer semestre de 2023. River es el cielo y el Rojo, el infierno. O según como se lo mire: infernal fue el CARP también para un Independiente que no tuvo demasiado que hacer frente a una tromba que le pasó por encima desde el primer minuto y que si no lo goleó categóricamente fue bastante más por la mala puntería de sus rivales que por su propio orgullo.

River supo desde el arranque que, más que un clásico, se jugaban dos momentos bien específicos y puso el suyo sobre la mesa. Ése por el que no sólo es el único puntero de la Liga Profesional sino que también es un récord absoluto para su historia, encadenando con el de ayer ocho triunfos consecutivos sin recibir un solo gol en el arco de Franco Armani. Sí, tan perfecto que asusta. Especialmente, a sus rivales.

Con el regreso del esquema 4-3-2-1 estilo arbolito navideño y con Aliendro repartiendo regalos o pelotas redondísimas y pulidas bajo su suela en la mitad de la cancha, River fue protagonista desde el comienzo del derbi: el 29 es el mejor complemento para Enzo Pérez y el gran motor de un equipo que atacó con siete de sus 11 jugadores. Con Beltrán aguantando muy bien cada pelota de espaldas, con De la Cruz rompiendo para llevar al área en posición de delantero, con Nacho Fernández como titiritero de la mitad hacia adelante y con un Esequiel Barco que, justo contra el club que lo formó, demostró por qué se ganó hace rato un lugar, por qué es su mejor momento en River y por qué River decidió invertir a largo plazo una millonada en su pase. Si Aliendro fue el que mejor hizo jugar al CARP, EB fue el futbolista más decisivo, primero por ese bombazo al ángulo que por respeto al CAI decidió no gritar y después por la sutileza con la que asistió a Miguel Ángel Borja para definir un partido que merecía liquidarse bastante tiempo atrás.

Es tan bueno lo de River en este tramo inicial del ciclo de Martín Demichelis que con los números impresionantes que tiene, con 17 goles a favor y ninguno en contra por LPF en estas ocho últimas fechas, lo único “preocupante” pasa por su falta de efectividad. Sí: mereció haber hecho muchos más goles durante este tiempo, empezando por ayer mismo. Acaso su falta de eficacia fue la única razón por la que por momentos Independiente tal vez pudo esperanzarse con cambiar la pintura del partido.

No iba a ser el caso: la quijotesca expulsión de Damián Pérez terminó por derrumbar la fe en que algo podía pasar: pocas veces visto, Andrés Merlos adicionó apenas dos minutos en el segundo tiempo como si el juego estuviera 4 ó 5 a 0. Emocionalmente, ése era el resultado hacia el final. El doble cinco de Zielinski con Marcone y Mullet fue muy rígido para un abanico de volantes que se iban moviendo para todos lados en el rival: el juego largo para Cauteruccio como único argumento ofensivo no está a la altura de la historia del Rey de Copas pero sí está a tono con un plantel que hace rato se empobrece sistemáticamente y que hoy deambula peligrosamente por el fondo de la tabla en medio de una crisis institucional y deportiva que ya se llevó a un deté y a un presidente y que se anuncia abismal. Tendrá mucho trabajo Zielinski, si es que este monstruo que parece multiplicar por cero todo lo que toca no se lo come rápido.



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