PABLO SANGUINETTI
DPA - ESPECIAL PARA LG MUNDIALISTA
Francia pondrá a prueba hoy la ilusión del Uruguay más sólido de los últimos años en busca de un lugar entre los cuatro mejores del Mundial, en uno de los cruces más abiertos y prometedores del torneo. En un torneo de sorpresas, con varios favoritos eliminados, es el único que enfrenta a dos ex campeones del mundo.
Amboas llegan además como candidatos al título tras dar un golpe de autoridad en octavos. Uruguay eliminó a la Portugal de Cristiano Ronaldo, y Francia terminó de explotar despidiendo a la selección de Lionel Messi.
Será también un duelo de nombres propios. De un lado, Antoine Griezmann yKylian Mbappé, serio aspirante a estrella del Mundial. Del otro, Luis Suárez, goleador histórico de Uruguay, que sufre en cambio la dolorosa baja del lesionado Edinson Cavani.
“A Francia se la ve muy bien. Su juego y su velocidad son increíbles”, elogió el uruguayo Rodrigo Bentancur. “Pero vamos a tratar de hacer lo que hicimos hasta ahora: tratar de estar compactos”. La definición resume lo que podría ser el partido: un pulso entre la velocidad del ataque francés, que destrozó a la defensa argentina con las zancadas de Mbappé, y el muro defensivo de Uruguay, que sólo permitió un gol en cuatro partidos. ¿Cómo frenar al joven astro del PSG? “Tenemos que darle el menor espacio posible para que no tenga lugar en el que aprovechar su velocidad”, respondió el lateral Diego Laxalt.
Pero los problemas para Uruguay no pasan sólo por Francia. En ataque perderá casi con seguridad a Cavani, lesionado tras marcar un doblete ante Portugal. Es una baja sensible de un delantero en racha y con un despliegue físico único. “Es esencial”, sentenció Suárez, su compañero en la dupla ofensiva. El reemplazo sería Christian Stuani.
Más allá de ese nubarrón, la sólida actuación del equipo de Óscar Tabárez y su pleno de victorias generaron una gran expectativa. El pase a semifinales sería el tercero en casi medio siglo después de los de 1970 y 2010.
También Francia logró conquistar por fin a su público después del 4-3 que envió a casa a Argentina. Pero el equipo de Didier Deschamps sabe que hoy chocará con un rival más consolidado y correoso, que no dejará los mismos huecos en defensa. “Con o sin Cavani, eso no cambia nada”, avisó el entrenador galo, que tiene sus propios dolores de cabeza para sustituir a Blaise Matuidi, suspendido por amarillas.
El partido tendrá un sabor especial para Griezmann, que siente a Uruguay como su “segundo país” por la influencia de amigos como Diego Godín o José María Giménez, sus compañeros en el Atlético de Madrid. En ese reencuentro se jugará en gran medida si Francia da otro paso a repetir su título mundial de hace 20 años o si Uruguay vuelve a entroncar definitivamente con su historia y sigue soñando con hacer algo grande en Rusia.
Fuente: La Gaceta