Es una danza millonaria que reúne condimentos que pocas veces una subasta acumuló. La polémica en torno a la venta de la camiseta que Diego Armando Maradona utilizó ante Inglaterra en el Mundial 1986 explotó en Argentina y replicó en Reino Unido, donde el futbolista británico Steve Hodge pretende conseguir entre 5 y 8 millones de dólares por aquella indumentaria que intercambió con el Diez durante el duelo de cuartos de final que terminó con triunfo de la selección argentina.
La sencilla pregunta que se generó apenas se conoció la noticia de la subasta se convirtió en un eje central en toda la trama: ¿la casaca es la del primer tiempo o la del segundo, cuando Pelusa anotó dos de los goles más recordados de la historia de los mundiales?
No existían demasiadas dudas sobre el tema e incluso durante más de tres décadas no se abrió el debate. Pero fue Dalma Maradona, una de las hijas de Diego, la que planteó un jaque: “La del primer tiempo la cambiás porque no sabés que va a pasar en el segundo, me imagino. No la tiene este hombre, pobre, igual. No la tiene él. Fehacientemente. Sé quién la tiene. Yo sé perfectamente que él no la tiene. No creo que sea esa. Es más, no es. Tampoco quiero decir quién la tiene porque es una locura”.
A partir de allí, se plantearon distintas teorías. Si bien Hodge mantuvo el silencio, la casa de subastas aseguró que aplicó un detallado sistema de comparación fotográfica para cerciorarse de que la camiseta a vender es la del segundo tiempo.
Entre el 20 de abril y el 4 de mayo se empezará a resolver la gran pregunta de saber si finalmente existen oferentes que desembolsen la millonaria suma que pretende la casa de subastas, algo que convertiría a la camiseta en un récord mundial. Sin embargo, los cuestionamientos no se cerrarán. Las versiones que circulan giran en torno a, al menos, tres camisetas: la que pone a la venta el ex futbolista inglés y dos que estarían en poder de la familia Maradona.
La indumentaria que más se conoció fue la que pertenece a Hodge, quien asegura haber cambiado la camiseta con Maradona tras el partido. La casa de subastas Sothebys publicó una serie de imágenes en alta calidad y también las imágenes que cotejaron para argumentar que el manto sagrado que tienen en su poder coincide con el que utilizó Diego en el segundo tiempo.
La empresa encargada de regular la puja por la venta afirmó que localizó coincidencias en el “parche frontal”, la “alineación de las franjas azules con el escudo personalizado”, “los números especiales en la espalda” y los “detalles en las mangas” entre la del complemento y la que se subastará. Sin embargo, sólo compartió fotos donde se ven las similitudes que halló en pequeños detalles del escudo.
Desde el otro lado, la familia Maradona en voz de Dalma y Claudia Villafañe –ex esposa del capitán de Argentina– insistieron con que la remera a subastar es la del primer tiempo. “Va a ser la palabra de este ex jugador contra la nuestra. Lo que este señor tiene es la del primer tiempo, que igual si la quiere subastar es un pecado”, aseguró Villafañe por entonces.
Habrá que ver si todo el ida y vuelta en torno a la veracidad de la camiseta genera dudas entre los posibles compradores que deberán desembolsar millones para quedarse con la 10 que vende Hodge. O, si en tal caso, toda la controversia no hizo más que aumentar la expectativa y el precio se dispara inmediatamente. La pregunta quedará en el aire por lo pronto: ¿quién tiene la remera con la que Maradona firmó El gol del Siglo y La Mano de Dios?