De acuerdo al informe de agosto de la consultora regional Latin Focus, donde se contempla la lectura de más de 50 analistas económicos y financieros del exterior, la Argentina cerrará el 2023 con el dólar y la inflación en niveles más altos que los estimados hace apenas unas semanas. De hecho, los expertos insisten en que nuestro país está destinado a tener la economía con peor desempeño de América Latina este año.
¿Qué se espera para fin de año? Los referentes de Latin Focus estiman que la inflación llegará a un 116,1% en promedio en 2023, lo que supone un aumento de 0,1 puntos porcentuales respecto a lo que habían proyectado el mes anterior y marca un incremento de 20,8 puntos porcentuales respecto a la estimación que habían realizado en enero pasado. Además, advirtieron que en 2024 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzaría un 130,3%.
“La inflación será notablemente más alta este año que en 2022, impulsada por un peso que se desploma y una financiación monetaria del déficit fiscal. La depreciación del peso más rápida de lo esperado y una generosidad fiscal antes de las elecciones de octubre, son riesgos clave”, aseguraron.
En ese contexto, corrigieron también su lectura en relación al tipo de cambio. El mes pasado, las consultoras habían calculado que el dólar oficial cerraría el 2023 en $452. Ahora, en la encuesta realizada en los primeros días de agosto, los especialistas de Latin Focus ven el peso argentino terminando el 2023 en $ 458 por dólar y cerrando el 2024 en $ 922 por dólar.
Para justificar su postura, los expertos recordaron que el peso argentino cotizó a $279 por dólar el 4 de agosto, depreciándose un 7,3% mensual. “El Banco Central se adhiere a un tipo de cambio flotante administrado para el peso, que se debilitará más adelante por la impresión sostenida de dinero y la falta de confianza en la moneda”, remarcaron.
Aunque aún no han sido publicados los resultados oficiales, desde la consultora internacional indicaron que el PIB (Producto Interno Bruto) probablemente haya sufrido un golpe en el segundo trimestre, afectado por una “devastadora” sequía, hiperinflación, restricciones cambiarias y tasas de interés altísimas. “La actividad probablemente ha seguido sufriendo en el tercer trimestre ante un peso que se desploma”, agregaron.
Mientras tanto, recordaron, el Gobierno trabaja formalizar el acuerdo con el FMI que desbloqueará otros 7.500 millones de dólares.
“Se acordó un programa de política modificado para tener en cuenta el caos económico causado por la sequía. El acuerdo compromete a Argentina a mantener las tasas de interés ‘suficientemente positivas en términos reales’, permite una acumulación más gradual de reservas, pide una armonización del régimen cambiario, endurece los controles del gasto y confirma el objetivo del déficit fiscal primario en el 1,9% del PIB”, analizaron.
Como aspecto positivo, destacaron que el crecimiento del turismo internacional en el país y el aumento de la producción energética del yacimiento Vaca Muerta. En contraparte, sostuvieron que los riesgos están sesgados a la baja e incluyen un eventual colapso de la moneda, el impago de la deuda y una fuerte incertidumbre política. Bajo este escenario, los panelistas de Latin Focus prevén que el PIB se contraerá un 2,5% en 2023, lo que no cambia respecto a su lectura del mes anterior. En vistas al año próximo, pronostican que el PIB desacelerará su caída, pero se mantendrá negativo en un 0,3%.