El consumo no repunta. Los supermercados, que habían surfeado durante la cuarentena, sintieron el impacto durante abril y peor les fue a los shopping que, en el primer mes redondo del confinamiento, sus ventas cayeron un 98,6%. La producción industrial, a su vez, cayó un 19,9% en mayo respecto de igual mes del año pasado arrastrada por la industria automotriz, la siderurgia y la refinación de combustibles, de acuerdo con el reporte de la consultora FIEL. Y el Observatorio Industriales PyMEs Argentinos (IPA) reveló que entre diciembre de 2019 y abril pasado tuvieron que cerrar 17.798 empresas, un 3,3% del total existente.

La prolongada recesión económica en el país, sumada a los efectos de la pandemia del coronavirus, lleva a la economía argentina hacia una profundidad sólo vista en tiempos de fuertes crisis, como la de fines de 2001. El Fondo Monetario Internacional (FMI), reportó ayer que la Argentina será uno de los seis países que más padecerá los efectos de la crisis global. Además, será una de las economías que menos se recuperará durante 2021: su PBI crecerá 3,9%, de acuerdo con el informe sobre “Perspectivas Económicas Mundiales” que se difundió ayer en Washington. En el reporte, titulado “Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta”, se indicó que dos destinos principales de las exportaciones argentinas (Brasil y México) también caerán fuerte este año: 9,1% y 10,5% respectivamente.

Al igual que con las proyecciones de abril de 2020, el FMI remarcó que existe un grado de incertidumbre más alto de lo habitual en torno de este pronóstico. El Fondo consideró que para “las economías que luchan por controlar las tasas de infección, un bloqueo más prolongado infligirá un costo adicional en la actividad”.

Ventas y empleos

El consumo suele ser uno de los motores del crecimiento de la actividad económica argentina. Las ventas en supermercados y autoservicios mayoristas registraron en abril, primer mes de aplicación plena de la cuarentena, subas interanuales del 0,2% y 0,3%, respectivamente, según el informe difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La realidad fue diferente para los centros de compra o shoppings, cuyas ventas se desplomaron un 98,6% a valores constantes en comparación con abril de 2019, debido al confinamiento obligatorio.

Pero la cuarentena impulsó la modalidad de ventas online, que en el caso de los súper mostraron una suba interanual del 370,9%, pero en los autoservicios mayoristas cayó 48,1% interanual. La sociedad apeló más al uso de la tarjetas de crédito para operar en los supermercados, ya que el 61,7% de las operaciones se realizaron por esa vía, evitando el uso de billetes.

El Indec difundió, además, “Encuestas cualitativas de comercio durante la emergencia sanitaria (abril y mayo)”. Los resultados fueron los siguientes:

• El 50% de las empresas de supermercados relevadas indicó que sus ventas disminuyeron en mayo, mientras que en el caso de los autoservicios mayoristas fue del 46,2%.

• En cuanto a las expectativas sobre precios -de percepción cualitativa, no de magnitud-, mientras que en abril el 58,8% de los supermercados relevados esperaba que los precios promedio de venta aumentaran al mes siguiente, ese porcentaje se elevó en mayo al 62,5%.

• En el caso de los autoservicios mayoristas, en mayo, el 46,2% de los informantes mayoristas esperaba aumentos de precios para junio (contra el 69,2% que lo hacía en abril).

• Con respecto al empleo, el 87,5% de los supermercados consideró que no habría cambios en el número de personas empleadas durante junio, mientras que en el caso de los autoservicios mayoristas, el 92,3% tampoco esperaba variaciones. En ambos casos, las expectativas de un aumento del empleo para junio fue nula.