El dólar se disparó ayer y alcanzó los $ 41,45, cerca de su máximo histórico ($ 41,89), lo que llevó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a intervenir con ventas de divisas en futuros y a aumentar su tasa de letras para frenar cualquier nueva estampida cambiaria. La participación de la entidad bancaria en una rueda que transcurrió con nerviosismo y volatilidad produjo una contención en la escalada de la moneda estadounidense, que finalmente cerró con una suba de 44 centavos a $ 40,76. El billete, no obstante, acumuló así su sexto avance en una semana (el pasado jueves había cerrado a $ 39,10). En lo que va de febrero, ya exhibe una suba de más de $ 2 (finalizó enero a $ 38,20).
Especialistas consultados por LA GACETA indicaron que los incrementos de la cotización del billete no estaban dentro de las previsiones para febrero y que obedecen a la persistente cobertura en dólares por parte de inversores privados. En ese sentido, coincidieron en que hay tres factores que vienen empujando al dólar hacia arriba en los últimos días: el índice inflacionario de enero, la caída acelerada de las tasas de interés y la calificación que recibió la Argentina en los índices bursátiles elaborados por la compañía Morgan Stanley Capital Investment (MSCI).
“Nadie esperaba que tenga esta suba, se aguardaba que el dólar acompañe la inflación”, reconoció el economista Eduardo Robinson. En ese sentido, explicó que impactó de manera negativa en los mercados la inflación del 2,9 % de enero informada el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). “Estuvo por encima de lo previsto. Esto trajo la preocupación de que la inflación no está cediendo como esperaban el Gobierno y los agentes económicos”, dijo. Los analistas del mercado calculaban que rondaría el 2,5% en el primer mes del año.
Intervención
La doctora en Economía de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Ana María Cerro, explicó que la caída de las tasas desalentaron en los últimos días los desarmes de posiciones en dólares para irse a los pesos. En ese sentido, recordó que la política monetaria del Central es realizada a través de las Letras de Liquidez (Leliq) y señaló que hay un exceso de liquidez en los bancos comerciales. “El BCRA, entonces, para evitar que las tasas sigan bajando y que el dólar siga subiendo, lo que hizo es intervenir en el mercado sacando liquidez”, aclaró.
En total, el Central colocó Leliq por $ 212.661 millones a una tasa promedio en alza del 46,014 % desde un 44,486% el martes. Además, salió a jugar en futuros cambiarios con ventas de dólares.
El tercer factor que mete presión a la cotización de la divisa es la calificación que recibió la Argentina de parte de MSCI, que generó ruido en los mercados. El ponderador de fondos de capital de inversión informó el martes que el país ascenderá a la clasificación de mercado emergente en mayo, pero que, por efecto de la devaluación, se mantiene en otro de sus índices como emergente-frontera. “Esto implica estar en una especie de limbo”, ejemplificó el analista económico Damián Di Pace. El titular de la consultora Focus Market explicó que algunos de los índices de MSCI son para calificar a países como fronterizos y emergentes. “Argentina en realidad no es ni chicha ni limonada. Queda con algunos indicadores para fronterizos y con otros para emergentes. Tiene una calificación intermedia que genera ruido a los mercados”, manifestó.