El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, pidió ayer al Fondo Montenario Internacional (FMI) que libere en septiembre los U$S 3.000 millones previstos en el acuerdo Stand By y que se removiera del acuerdo un plan para que el Tesoro recompre letras intransferibles que actualmente están en manos del Banco Central, por u$s 3.125 millones trimestrales (una cifra que acumularía u$s 15.000 millones hasta fin del 2019).
En el marco del acuerdo cerrado con el FMI para garantizar un financiamiento por u$s 50.000 millones, Dujovne señaló que Argentina solicitó al organismo la liberación de u$s 3.000 millones previstos para septiembre.
En diálogo con agencias internacionales de noticias, Dujovne sostuvo que la economía caerá el 1% este año en gran parte por los efectos de una feroz sequía sobre el sector agrícola, aunque en 2019 volvería a expandirse con un crecimiento de 1,5%.
‘Por supuesto que el crecimiento ha sido menor que el que esperábamos. El impacto directo de la sequía ha sido de 1,3 puntos del PIB, pero si uno mira los impactos indirectos sobre maquinaria agrícola, transporte, comercio, la sequía se ha llevado 2 puntos de nuestro crecimiento de este año‘, explicó el ministro.
Incertidumbre
A su vez, Dujovne dijo que la economía se verá afectada por la incertidumbre que genera el reciente escándalo de corrupción en la obra pública entre el 2005 y el 2015.
Por otra parte, los activos argentinos se vieron especialmente afectados por una turbulencia en los mercados emergentes que llevó al Banco Central a subir la tasa de interés hasta el 45% anual para contener la devaluación del peso, que cayó casi un 40%.
Dujovne dijo que la subida del riesgo país y el spread de los bonos en dólares no ‘reflejan adecuadamente el nivel de financiamiento que tiene Argentina‘.
En momentos en que Argentina atraviesa dificultades financieras que han golpeado el crecimiento, el ministro dijo que espera que el déficit de cuenta corriente en 2019 alcance al 3% del PIB.
Cabe recordar que el Gobierno postergó parte del programa de saneamiento del balance del Banco Central, luego de que se disparara el riesgo país subiera a 700 puntos básicos el último viernes.
El plan del Gobierno era recomprar a través del Tesoro las letras intransferibles en manos del BCRA de manera de poder avanzar con la eliminación de las Lebac. Sin embargo, acordaron que era más razonable cancelar las letras del Central con reservas, decisión que tuvo el visto bueno del organismo de crédito internacional.
La recompra de las letras generaba una ‘fuente de incertidumbre‘ en el mercado, explicó el ministro al tiempo que concluyó: ‘Esa operación había sido ideada como forma de ir cancelando el stock de Lebacs del Banco Central. Pero toda vez que la autoridad monetaria avanzó con un programa con fondos propios o con un diseño propio para la cancelación de Lebac, consideramos junto con el Fondo que ya no era relevante mantenerlo’.
Fuente: El Tribuno