A fines de la semana pasada, la ex presidenta Cristina Kirchenr Fernández se mostró crítica con el Gobierno Nacional y la situación económica del país, ejemplificando con la aparición de marcas “pindonga” y “cuchuflito”, en relación a segundas marcas más baratas y desconocidas en los supermercados.
Tras sus declaraciones, informes de medios nacionales indicaron que en los supermercados y cadenas de compras, la adquisición de estos productos tiene una fuerte alza en su consumo por parte de los compradores, sobre todo por la diferencia de precios con las primeras marcas y ya no tanto por la calidad.
Al respecto InformateSalta dialogó con Federico Maigua, titular de Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, para conocer cómo se da esta tendencia en la capital provincial, confirmando la suba en el consumo de estos artículos.
“Esto corresponde a la crisis económica que vivimos en el país, una crisis que venía arrastrándose desde antes del gobierno de Mauricio Macri”, aseveró Maigua en primer lugar. No obstante indicó que “sí, la inflación alcanzó niveles por los que la gente comenzó a buscar y demandar otros productos, porque los de primeras marcas son los que más aumentan, en proporciones diferentes a las de segunda”.
Del mismo modo, resaltó que este crecimiento se da por dos variantes: la primera corresponde al consumidor, sobre todo a la consumidora barrial, que busca opciones económicas al ver que cae su poder adquisitivo; por otro lado, la subsistencia de los almaceneros, que recurren a estos artículos para mantener el negocio, el stock y por no lograr vender los de primeras marcas.
Por otra parte, el titular de ISEPCI rescató que en otro plano macroeconómico, esta tendencia “ha permitido que algunas Pymes puedan subsistir o aparecer en escena, no solo en almacenes sino en supermercados, lo que hace que muchas personas conserven o mantengan sus puestos de trabajo”.
Finalmente puntualizó que este fenómeno era, hasta hace poco tiempo, la alternativa en sectores medios de la sociedad, la problemática económica generó que “las segunda marcas comenzaran ser consumidas por sectores medios y hasta sectores altos, es una manera de ahorrar en el ingreso familiar”.
