El Banco Central reconoció que la inflación no bajó en julio al ritmo que esperaban, por lo que el proceso de desaceleración de la suba de precios podría tardar más tiempo. Además, estimó que la economía recién volverá a crecer el año que viene.
En el Comunicado de Política Monetaria de este mes, en el que decidió mantener la tasa de interés en 40%, el ente regulador consideró que "la inflación de junio se aceleró más de lo previsto, alcanzando un ritmo del 29,5% interanual". Como fue descripto en el último informe, "esta aceleración de la inflación obedeció principalmente al impacto transitorio de la depreciación del peso en mayo y junio".
De todas formas, dijo el Banco Central, "los indicadores de alta frecuencia muestran una desaceleración de la inflación en julio, aunque menor a la prevista en la última decisión de política monetaria", y que para los meses siguientes "dado que se esperan aumentos de precios regulados para agosto y octubre, la inflación nivel general de dichos meses registraría descensos menores frente a julio".
Respecto a la recuperación de la actividad económica, la entidad que encabeza Luis Caputo afirmó que "puede tardar algunos meses". "En consecuencia, se estima que en 2018 la economía se mantendrá en niveles similares al año anterior, para luego retomar su crecimiento en 2019", reconoció.
Estabilidad financiera
En las conclusiones, el informe del Banco Central afirmó que "si bien el escenario base de las proyecciones indica que la inflación núcleo de agosto, septiembre y octubre se ubicará por debajo de los registros de julio, se requiere un período más prolongado de estabilidad financiera para alejar los riesgos de un traspaso mayor al previsto del tipo de cambio a los precios minoristas".
Por ese motivo, decidió mantener la tasa de referencia en pesos en 40%. El nivel de esta tasa fue uno de los factores que le permitió al Gobierno conseguir una mayor calma en el dólar en las últimas semanas.
Fuente: La Gaceta