El nuevo billete de 2.000 pesos, aprobado hoy por el directorio del Banco Central, tendrá como imágenes centrales “al Instituto Malbrán, y a la Dra. Cecilia Grierson y al Dr. Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país”, según explicó la entidad en un comunicado.
Diseñado en colaboración con Casa de Moneda, el billete “conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina”. En el anverso, estarán las figuras de Grierson y Carrillo y en el reverso del billete se representa al edificio del Instituto Nacional de Microbiología, Dr. Carlos G. Malbrán.
La Administración Nacional de Laboratorios e Instituto de Salud Carlos Malbrán es un organismo público descentralizado, que tiene por misión fundamental participar en las políticas científicas y técnicas vinculadas a los aspectos sanitarios del ámbito público. Fue fundado formalmente en el año 1893 con el objetivo de elaborar productos biológicos para tratar enfermedades infectocontagiosas.
La institución adoptó el nombre del célebre médico en 1941. En el Malbrán trabajaron importantes científicos como los premios Nobel Bernardo Houssay y César Milstein.
Cecilia Grierson nació en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1859 y falleció en la misma ciudad el 10 de abril de 1934. Ella fue la primera médica de la Argentina, graduada en 1886, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Grierson ejerció como obstetra y kinesióloga, pero no logró trabajar nunca como cirujana por su condición de mujer, a pesar de tener el título habilitante de la especialidad.
Ramón Carrillo fue neurocirujano, neurobiólogo, médico sanitarista y el primer Ministro de Salud de la Nación. Carrillo egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en el año 1929, con Medalla de Honor. Fue también Profesor Titular de la Cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina y abandonó su brillante carrera de neurólogo para dedicarse al desarrollo de la medicina social. Murió el 20 de diciembre de 1956 en la ciudad de Belén, en Brasil.
El diseño del nuevo billete en homenaje a figuras de la medicina y la ciencia argentina ya estaba en los planes del Gobierno desde hace tiempo, más allá de que la administración de Alberto Fernández demoró más de tres años de mandato para decidir la impresión de billetes más altos.
La Casa Rosada había relanzado los billetes de 100, 200, 500 y 1.000 pesos el año pasado e interrumpió la serie “animales autóctonos”, que se había puesto en marcha entre 2016 y 2018 durante la presidencia de Mauricio Macri.
Esos nuevos papeles incorporaron a figuras como José de San Martín, Eva Perón, Manuel Belgrano con María Remedios del Valle y a Martín Miguel de Guemes con Juana Azurduy, y reemplazaron a las imágenes del hornero, el Ave Nacional Argentina, el yaguareté, la ballena franca austral, la taruca, el cóndor andino y el guanaco.
De acuerdo a datos oficiales del Banco Central, al 31 de diciembre pasado había en circulación unos 3.086 millones de unidades de $1.000. Como referencia, a principios de 2022 la cantidad de billetes de esa denominación en la calle era de 1.665 millones, lo que implica que en un año trepó 85% la emisión de papeles de esa denominación.
La nominalidad de la economía es tal que el billete de $1.000 fue el único que tuvo un aumento marcado en la cantidad de unidades en circulación. La base de datos de la entidad monetaria muestra que hacia fin de año había 1.346 millones de billetes de $500, mientras a principio de año había 1.263 millones, un incremento de solo 6,5 por ciento.
Hubo incluso menos billetes de $200 cuando finalizó el 2022 que cuando terminó (487 millones de unidades versus 497 millones). Para el caso de los billetes de $100, los que aparecen en el segundo lugar entre los que mayor presencia tienen en la calle, la variación entre una punta y otra del año pasado también fue negativa: empezó el 2022 con 2.551 millones de unidades y lo terminó con 2.055 millones.
Hay muchos menos ejemplares de 10, 20 y 50 pesos: 489 millones, 407 millones y 191,4 millones, respectivamente. A fines de junio del año pasado salieron de circulación los últimos 200 millones de unidades de $5 que quedaban.