ECONOMÍA

El Gobierno lanzó el plan para desactivar las Lebac

El Gobierno lanzó el plan para desactivar las Lebac

En tres años se cancelarán hasta US$ 25.000 millones, dijo Caputo. El Ejecutivo quiere terminar con los “supermartes” sin afectar el mercado.

El ministro de Finanzas, Luis Caputo, expuso ayer ante banqueros y ejecutivos el plan del Gobierno para desactivar en un plazo de tres años un monto de entre 20.000 y 25.000 millones de dólares de las Letras del Banco Central, una de las exigencias incluidas en el acuerdo firmado con el FMI.

Caputo aseguró que el stand by firmado con el Fondo por US$ 50 mil millones, con un plazo de tres años, es "suficiente para cubrir el financiamiento hasta el fin" de la Presidencia de Mauricio Macri y "superó las expectativas".

Consideró que "recurrir al FMI es lo mejor que podíamos haber hecho", y señaló que "a algunos les pareció apresurado, pero viendo lo que pasó en el mundo hay que ser necio para decir eso".

"Vamos a terminar cancelando, en tres años, un monto de entre US$ 20.000 y US$ 25.000 millones de estas letras, con pesos que el Banco Central utilizará para cancelar sus letras", explicó el funcionario en un encuentro desarrollado en el microcine del Palacio de Hacienda.

Con esta operación el Gobierno pretende cancelar un volumen importante de letras intransferibles que están en manos del BCRA y con esos pesos desarmar las riesgosas Lebac, que actualmente superan los $1,2 billones y ponen permanentemente en jaque a la autoridad monetaria.

"Lo que tenemos que hacer es retirar pesos, se los damos al BCRA y con ese dinero, se cancelan Lebac. Con esta maniobra la cantidad de pesos en el mercado no se modifica", consideró Caputo ante los ejecutivos de finanzas.

Al respecto, precisó que las condiciones de los títulos que el Tesoro emitirá serán determinadas en cada intervención, de acuerdo a la situación financiera que afronte el país.

De este modo el Gobierno pretende cambiar sustancialmente el mecanismo, ya que hasta ahora el Banco Central emitía pesos para comprar dólares por cuenta del Tesoro nacional y luego para esterilizar esa liquidez colocaba Lebac, con altas tasas para hacerlas más atractivas a los inversores.

"El proceso que se hizo antes era porque no había demanda en el mercado de cambios para absorber los dólares que teníamos que volcar. Ese mecanismo llevó a pasivos de gran tamaño en la hoja de balance del Central. Ahora cambiaron los objetivos", indicó Caputo en la reunión.

Caputo estuvo acompañado por el jefe de Gabinete del Ministerio, Pablo Quirno, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili.

El jefe de Finanzas agregó que "hay demanda de dólares y no hay necesidad de que se los vendamos al Banco Central", y sostuvo que "eso permite que no aumente más esa famosa bola de Lebac, y queremos reducirla".

"En dos o tres años el balance del BCRA va a lucir mucho mejor. El fin del financiamiento al Tesoro es un punto que no tiene que pasar inadvertido, porque fue por mucho tiempo un problema para el país", reveló el funcionario.

Sostuvo que "el tamaño del acuerdo con el FMI es muy bueno y una de las ventajas de tenerlo es que tenemos financiamiento barato en un contexto difícil".

"Nos aseguramos fondos a una tasa que es algo más baja que nuestro financiamiento en dólares y nos permite evitar la obligación de ir la semana que viene o el mes que viene a los mercados", consideró.

Caputo afirmó que el acuerdo con el FMI permitirá cubrir el financiamiento del país hasta el fin del mandato de Mauricio Macri "y más también".

Para Caputo, el acuerdo "superó las expectativas. El monto disipa cualquier preocupación sobre el programa económico y de los mercados en general".

En compañía de su jefe de Gabinete, Pablo Quirno, y del secretario de Finanzas, Santiago Bausili, el ministro destacó que los 50 mil millones de dólares que prometió desembolsar el Fondo Monetario apuntan a lograr el "equilibrio primario" de las cuentas públicas. También dijo que, a partir del acuerdo, en el Banco Central "matamos la maquinita y empezamos la reducción de las Lebac".

Ajuste en etapas

Después del anuncio esperado del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Mauricio Macri define los pasos por seguir para avanzar en el recorte del gasto público, que se deberá ver reflejado en la ley de presupuesto de 2019 con una meta de déficit fiscal de 1,3% del producto bruto interno (PBI).

El desafío que viene es un ajuste en tres etapas, que lo obligan a difíciles negociaciones políticas para alcanzar los compromisos establecidos en el programa. La secuencia cronológica será así: primero se revisará el gasto en el Estado nacional, luego se convocará a los gobernadores para revisar el aporte que deberán hacer las provincias y finamente habrá reuniones con los sectores de la economía para determinar el diferimiento de rebajas impositivas previstas. El rojo fiscal que habrá que reducir para el año próximo está en el orden de los $ 78.000 millones.

 

Fuente: El Tribuno



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