El impacto en la economía argentina de la suba del dólar, que superó los $40, tiene costados sobre los que es conveniente que usuarios y consumidores presten atención. Por ejemplo, las tasas de créditos personales y las tarjetas de créditos
Ambas podrían incrementarse hasta un 140% a raíz de la suba de la tasa de referencia al 60% anunciada ayer por el Banco Central.
Tal como vaticinan los especialistas, esta nueva alza en las tasas afectará la cadena de pagos de las empresas, el nivel de empleo y las tasas de interés de los bancos y las tarjetas de créditos, algo que descargará en el bolsillo de todos.
Si hasta antes de ayer la tasa para créditos personales, dependiendo del banco, era de entre el 60 y 70%, ahora pasaría a estar entre el 120% y el 140%.
El interés por comprar en cuotas con tarjeta de crédito podría superar el 120%; del mismo modo, los tomadores de créditos hipotecarios (sobre todo UVA, que están atados a la inflación) sentirán el impacto y deberán más al banco.
Frente a esta incertidumbre, el pequeño ahorrista, aquel que con mucho esfuerzo pueda dirigir una porción de sus ingresos a plazos fijos, quizá se pregunte si le conviene recurrir a esta vía: todo dependerá del ritmo de inflación anual o de la devaluación.
Con razón, ayer, los economistas coincidían en un diagnóstico aterrador: “Una tasa del 60% es un decreto al congelamiento de la actividad económica”.
Fuente: La Gaceta