Si bien no son buenos tiempos para ninguna rama del comercio, tener una panadería es uno de los peores negocios en los que invertir hoy en día. Un nuevo aumento de la harina, sumado al de otros insumos, llevarían a que el kilo de pan cueste cómo mínimo 80 pesos, mientras las ventas no repuntan.
No hay una fecha cierta de cuándo se dará la suba, pero calculan que sería entre un 10 y un 15 por ciento.
"Ayer (por el miércoles), varios Molinos tenían las ventas suspendidas porque no tenían precio. Así que no puedo asegurar cuál va a ser el porcentaje de incremento porque no sabemos a cuánto está la harina hoy", explicó Hugo de la Merced, vocero de la Cámara de Panaderos de Salta.
El comerciante advirtió que los aumentos deberían ser mayores, para equilibrar los costos con los precios de góndola, pero para "cuidar las ventas", que vienen en baja, no lo harán. "Si lo haríamos, tendría que estar el kilo como mínimo a 100 pesos. No sería raro que tengamos que ponerlo a 80", explicó el panadero.
Antes de la estrepitosa escalada que comenzó a inicios de año, el kilo de pan francés estaba a 38 pesos, hoy está a 70. Esta sería la quinta suba, y acumularía un total de entre 65 y 70 por ciento de incrementos en lo que va del año.
La bolsa de 50 kilos de harina costaba 260 pesos en diciembre, y ahora está a mil pesos, una brecha de 284 por ciento en 10 meses. Mientras que, los costos del trigo saltaron en más del 180 por ciento.
"Los aumentos son principalmente por la harina que tiene precio internacional. De los 2.500 pesos que estaba la tonelada de trigo en diciembre del año pasado, hoy está a 8 mil", precisó De la Merced, quien se quejó que la economía "esté dolarizada" y de la especulación de algunos comerciantes. "Todos los insumos están dolarizados, a pesar de que hay algunos que son nacionales. Hay muchos que también especulan, dicen: lo guardo esta semana a ver si la otra el dólar está más caro y gano más", advirtió.
Costos en dólares
El primer incremento del alimento básico fue en marzo, un 10 por ciento. Luego, en abril volvió a sufrir otro, también del 10 por ciento. En mayo se registró la mayor alza del 20 por ciento, al que le siguió el de inicios de septiembre con un 15 por ciento. El actual aumento sería entonces el quinto durante 2018 y el segundo durante el mismo mes. Paralelamente, las masas especiales sufrieron variaciones en sus precios por el aumento del azúcar y la manteca.
Pero el dolor de cabeza para los comerciantes no es solo por los costos de la harina. "La semana siguiente al último aumento, los insumos nos llegaron con subas de un 50 por ciento en adelante: aceite, aditivos, levadura, margarina, grasa. Todos con precio dólar a 42, y ahora con el dólar a 40 ningún insumo bajó", señaló el representante de los panaderos.
La queja del sector se remonta al 2016. "La industria del pan de todo el país viene sufriendo una pérdida continua de rentabilidad, de la que venimos alertando desde comienzos del pasado año. La situación se ha ido generando por los gravosos incrementos que han venido sufriendo desde hace dos años los servicios y tasas de electricidad, gas, agua y otros que la alcanzan, así como por la presión impositiva y previsional que al momento y pese a los anuncios aún se mantiene, igual que la escalada de precios de nuestros insumos, que no cesa", alertaba a principios de este año la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa). Para los 300 panaderos de Salta, la posibilidad de trasladar los incrementos al precio final, es la última opción a la que recurren. Quieren evitar que la caída de las ventas que ya rondan un 20 por ciento, continúe en picada. "Si subimos los precios vendemos menos, pero sino no podemos pagarle a los proveedores. No podemos seguir soportando este incremento de costos. Necesitamos vender, pero estamos entre la espada y la pared", se lamentó De la Merced.
Buscarán ayuda de Nación
En el laberinto de constantes aumentos, caída de las ventas, y competencia desleal, los panaderos acudirán por ayuda al Gobierno nacional. La regulación del Estado ante una economía “dolarizada”, para la Cámara de Panaderos de Salta, es cada vez más necesaria. Por ello, solicitaron una reunión con el Ministro de Producción de Nación, Dante Sica.
“Queremos darle a conocer la problemática del sector, y que nos digan si van a tomar cartas en el asunto, o no. No puede ser que en nuestros países estemos pagando la harina en precios de exportación. El Gobierno ya debe intervenir para que el pan no siga subiendo, pero para eso van a tener que hablar con los molineros y las cerealeras. Para ver si se define algún precio de referencia interno para la harina, sino la pagamos a precio de exportación”, se lamentó Hugo de la Merced, vocero de la Cámara.
Los panaderos también recurrieron al Gobierno provincial. No obtuvieron respuesta a sus pedidos de intervención para intentar contener los costos, pero si en cuanto a controles del comercio ilegal. Las panaderías clandestinas son otro de los problemas que deben afrontar. Tanto la Dirección General de Rentas como algunos ministerios intensificaron los controles de panaderías clandestinas.