Aumenta en Salta la práctica de préstamos personales a través de tarjetas de crédito como una herramienta de los consumidores para hacerse con efectivo. La operación en sí misma es sencilla, pero podría y ha generado numerosos problemas a quienes utilizan esta herramienta cuando no están bien informados sobre los intereses que se pagan a la hora de devolver el dinero prestado.
En las redes sociales abundan las ofertas por este servicio y, para acceder al efectivo, el interesado pasa su tarjeta de crédito como si hiciera una compra por un monto específico, el cual incluye el interés que aplica el prestamista y, en algunos casos, se calcula también el recargo que cobrará la tarjeta de crédito según la cantidad de cuotas para devolver el monto obtenido.
En la zona del microestadio Delmi, por ejemplo, por un préstamo por 10 mil pesos se pasa la tarjeta de crédito por un monto de 17.196 pesos, y se devuelven 12 cuotas de 1.433 pesos, un interés de más del 70 por ciento. Parece excesivo, sin embargo, si se compara con las tasas del 60% fijadas por el Banco Nación para los préstamos personales y los requisitos exigidos por las entidades bancarias y financieras que el demandante no siempre puede cumplir, entonces la opción cobra fuerza, pese a las condiciones desfavorables.
En la zona sudeste también hay ofertas de créditos con tarjeta. En este caso, se ofrecen los 10 mil pesos con un interés del 35%, por lo que la compra se pasa por 13.500 pesos; el interés extra lo aplicará la entidad bancaria emisora de la tarjeta de crédito y dependerá de la cantidad de cuotas en que se haga la supuesta compra.
En el macrocentro, en tanto, se pasa la tarjeta calculando el interés de la tarjeta de crédito y el que cobra el prestamista. En este caso, por un préstamo de 10 mil pesos a devolver en 12 meses se está pagando una cuota mensual fija de 1.600 pesos aproximadamente.
Cómo evitar estafas
El exsecretario de Defensa del Consumidor de la Provincia, y experto en la materia, Daniel Paganetti, explicó que hay maneras de salir del ahogo económico que provocan los intereses por las compras con el plástico. "En primer lugar -afirmó en diálogo con El Tribuno- hay que solicitar "la baja' de la tarjeta, aunque tengas deuda".
Por otra parte, advirtió sobre la inconveniencia de refinanciar deuda y prestar atención a los intereses que se aplican en esa instancia. "No te fijés solo en "el monto de la cuota', hay que analizar el Costo Financiero Total (CFT) que te aplicarán en la financiación".
"Las tarjetas están aplicando un CFT promedio de entre un 100 y 140 por ciento, dependiendo el banco y la cantidad de cuotas", advirtió y recomendó "analizar bien la situación porque "a veces conviene más solicitar un préstamo personal, que dependiendo el banco suelen tener "promociones' para los que tienen cuenta sueldo, y saldar la tarjeta de contado, antes que arreglar directamente con la tarjeta".
Tomando como ejemplo una deuda de $10.000 "seguramente te ofrecerán 24 cuotas de $1.000, pero lo que el consumidor no sabe es que si se atrasa uno o dos meses el plan de financiación cae y te ofrecen una nueva refinanciación, pero a la deuda la toman sobre los $24.000 de la primera refinanciación y sobre ese monto vuelven a aplicar los mismos intereses que la vez anterior".
"En pocos meses, y de financiación en financiación, te llevan la deuda a $100.000, un monto impagable", advirtió e insistió en la importancia de "evaluar bien lo que conviene más, antes de aceptar una "financiación o refinanciación'".
Asimismo, Paganetti reveló que "si pagás el mínimo que te indica el resumen de cuenta de tu tarjeta, no pueden aplicarte intereses punitorios", y respaldó su afirmación en el artículo 19 de la Ley de Tarjetas de Crédito 25.065 el cual expone lo siguiente: "No procederá la aplicación de intereses punitorios si se hubieran efectuado los pagos mínimos indicados en el resumen en la fecha correspondiente".