Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), llegó a la provincia para participar del Foro de Líderes Empresariales del NOA. En diálogo con El Tribuno, Acevedo destacó la importancia de “federalizar” los encuentros de empresarios y llevarlos a las distintas provincias.
Además, se refirió a la política económica de Cambiemos. Afirmo que coincide con muchos empresarios de los distintos niveles, industriales o de producción primaria, que tienen una visión positiva de lo que pueda hacer el Gobierno. “Ahora, eso no quita que tengamos que ir advirtiendo en donde vemos que se tiene que cambiar algo”, destacó el empresario aceitero, que llegó a la presidencia de la Unión Industrial en abril del año pasado.
También se refirió a la necesidad de bajar costos de producción para insertar al país “inteligentemente” en el mundo.
¿Qué importancia tiene para Argentina que por primera vez en América Latina se realice la Cumbre del G20, donde participan las 19 potencias más poderosas del mundo más la Unión Europea?
Creo que tiene varios niveles de importancia. Claramente es que Argentina pasa a ser una vidriera del mundo en donde vamos a estar bajo la mirada del mundo. Entonces, tenemos que saber preparar, y esta es la obligación más fuerte, un buen Business 20 y después un G20, tanto los empresarios, en el B20, como el Gobierno. También, lo que nos va a hacer a nosotros es no solamente preparar los contenidos sino preparar todo lo que es la organización.
Es fundamental mostrar lo que se hace en el interior del país...
Estas reuniones que estamos haciendo en los distintos lugares, que yo la llamo federalizar el B20 lo que nos da es la posibilidad de decir “estuvimos trabajando sobre el B20 en Salta”, y mostrar lo que es Salta. Mostrar cuáles son las miradas que tienen en Salta de Argentina y la mirada que tiene para el mundo. Nosotros insistimos mucho en la federalización y mucho de esto va a estar en la Ciudad de Buenos Aires, pero también poder mostrarlo en el interior.
¿Por qué a la clase política le cuesta decidir en conjunto sobre cuál debería ser el camino que tiene que seguir el país?
Yo veo que eso se construye con tiempo y no estoy hablando de hacer políticas de shock o gradualistas, no estoy hablando de eso sino que cualquier cosa o cualquier cambio tiene que ser con consensos en la sociedad y eso no se hace de un día para otro.
Ya se debería haber realizado, entonces...
Exactamente. Pero nosotros no podemos llorar por lo que no se hizo antes. Lo que tenemos que ver es cómo, si tenemos una confluencia de cosas que se puedan realizar ahora. Entonces este es un tema que tenemos que tratar los empresarios, la clase política y la sociedad en su conjunto. Yo siempre digo lo mismo, muchas veces los países y las regiones se ven por lo que se está discutiendo en la sociedad en ese momento. Uno, por ejemplo, va a Suiza y están con la problemática de la ballena austral, en cosas de las que por ahí nosotros como argentinos nos reiríamos. Sin embargo, hay que ver que la sociedad tiene muchos de los problemas que acucian solucionarlos, entonces se están preocupando de otros problemas que por ahí ni los vemos.
¿Cómo ve la política económica de este gobierno?
Muchos de los empresarios y colegas con los que yo hablo en los distintos niveles, industriales o de producción primaria, tienen una visión positiva de lo que pueda hacer el Gobierno. Ahora, eso no quita que tengamos que ir advirtiendo en donde vemos que se tiene que cambiar algo o se tiene que hacer de otra manera. Eso no es que queremos imponer una política ni nada por el estilo, sino que es justamente de cómo tiene que ser la relación. Hay que despolitizar por ahí los problemas y tratarlos como argentinos. Creo que este gobierno, como todas las cosas, tiene urgencias y tiene cosas que van a políticas a largo plazo y hay que apoyarlas.
Hace dos años Luis Miguel Etchevehere, actual ministro de Agroindustria, dijo que Argentina debía convertirse en el supermercado del mundo, haciendo referencia a la unión entre el campo y la industria. ¿Por qué Argentina todavía no logra convertirse en el supermercado del mundo?
Yo coincido con mucho de esa posición. Yo creo que hoy no se habla de campo versus industria. Ahora se habla de cadenas de valor, después de eso. Lo que hace falta ahora es ver cómo Argentina se va insertando inteligentemente en el mundo y eso significa también empezar a bajar mucho de lo que son costos argentinos, que no puede pasar de un día para otro.
Hay problemas sociales, hay impuestos, hay ingresos brutos o impuestos a los cheques que son totalmente distorsivos. Ahora, tenemos una nueva ley y son cinco años vista.
A las mismas regiones y provincias les va a costar poder lograr una integración en esto de bajar costos o de bajar el costo argentino, y el costo argentino se baja entre todos. No es que sea de un sector u otro.
Escuché el otro día a Alberto Abad (que renunció el viernes a su cargo de titular de la AFIP), que tiene una visión de la Argentina de muchos años de estar en el gobierno, y con todo el tema impositivo. Claramente dijo que hay que repartir estos costos y por ahí el empresario va a tener que tomar mayores costos y a eso lo veo muy bien.
Pero hay que ver cómo se van repartiendo y posiblemente el empresario va a necesitar que lo acompañen para poder exportar más y agregar valor. También se le va a tener que exigir. Este valor que estás agregando paga los impuestos, o sea que no se evada. Hay toda una serie de cosas que las vamos a tener que tratar todos juntos y esa claramente es una problemática que nos compete a todos.
Salta, que es una de las provincias con más pobreza y empleo en negro, decidió subir la alícuota al impuesto de ingresos brutos. ¿Cuál es su opinión sobre este tema?
Los problemas son transversales. Yo he venido a Salta muchas veces, pero también estuve en otras provincias y hay muchos de estos problemas de logística. Cuanto más lejos del puerto, se nota mucho más ese tema, pero también acá está la producción primaria. Tienen minería y petróleo. Tienen muchas cosas.
Cuando veo las provincias, y veo las riquezas que hay en esas provincias, es ver cómo ese potencial puede ser extraído y cómo se puede hacer para después transportarlo. Posiblemente, a través de la cordillera a Chile o al Paraná a través del Chaco. Todo ese tipo de cosas han estado con el Plan Belgrano. Ahora, ante cualquier decisión que se toma, se necesita tiempo para implementar para que el Belgrano Cargas funcione, para que Salta piense en usar el río Paraná, como se usa el Misisipi en Estados Unidos. Todo ese tipo de cosas son las que posiblemente también tenemos que ir pensando más a largo plazo, mientras que por ahí algunos tienen que seguir en la coyuntura de la tasa de interés y todo lo demás.
Entonces, parece que no fue una buena decisión la de la Provincia, que solo responde a un tema coyuntural...
Yo creo que el ingreso bruto, como también muchos impuestos municipales, se recauda rápidamente pero es claramente un impuesto distorsivo, y que es una decisión para poder tener recaudación, lo mismo que puede ser el tomar deuda. Ahora, si esa deuda no se sabe cómo se va a pagar, vamos a tener un problema, y si eso, como ingresos brutos, es reemplazado con ingresos genuinos es claramente solo coyuntural.
Fuente: El Tribuno Salta