El Gobierno dará a conocer este jueves el índice de inflación de junio, el último que se conocerá antes de las elecciones PASO del próximo 13 de agosto. Según el mercado y el Poder Ejecutivo, el dato será menor al 7,8% que había mostrado mayo y así marcaría dos meses consecutivos de desaceleración en el alza de precios.
A lo largo de junio el equipo económico detectó que algunos precios considerados decisivos por su peso en la canasta que compone el IPC tenían, en los grandes supermercados, aumentos de precios más leves que en mayo. Eso le dio la pauta al Ministerio de Economía de que el terreno se iba preparando para un índice más bajo que en el mes anterior.
Algunas consultoras registraron un fenómeno similar y en ciertos casos ubicaron su medición particular de precios por debajo del 7 por ciento. El Banco Central arriesgó, incluso, al publicar el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), hace algunos días, que los datos daban cuenta de esa desaceleración de precios y que podría implicar un recorte de más de un punto porcentual y medio.
La inflación de junio en la medición que hace la Ciudad de Buenos Aires fue de 7,1 por ciento. A partir de esa cifra, el BCRA diagnosticó que “dado que las ponderaciones de bienes y servicios entre el IPC nacional y el IPCBA son diferentes, el dato recientemente publicado implicaría una inflación que, con alta probabilidad se ubicaría por debajo del 7% mensual”.
En ese plano, luego de sostener que las mediciones nacional y porteña “tienen diferencias significativas” en su metodología y cobertura, “el 6,5% es sólo una variación estimada”. Y luego arriesgó: “Teniendo en cuenta que los servicios regulados (en particular, electricidad y transporte) registraron en CABA subas superiores a las estimadas para el resto del país, el nivel general de inflación a nivel nacional podría ser incluso inferior al 6,5%”, estimó la autoridad monetaria.
La inflación interanual, más allá de la desaceleración que pueda haber en el número mensual, volvería a mostrar en el dato de junio un incremento. Eso sucede porque el IPC de junio del año pasado fue de 5,3 por ciento. Así, la medición de suba de precios de los últimos doce meses volverá a quedar en los niveles más altos en tres décadas.
En el Banco Central consideran que el nivel actual de tasa de interés, que quedó determinada tras el dato de inflación de abril, seguirá en terreno positivo. Los depósitos en los pesos en los bancos dan un interés de 7,7% efectiva, por lo que de acuerdo a las estimaciones del REM, tanto en junio, como en julio y agosto ese nivel de tasas no requiriría un reajuste adicional.
Ese sondeo general entre bancos, consultoras y fondos de inversión también arrojó como conclusión que para el mes en curso el mercado espera también una desaceleración del nivel de inflación general (de 7,8% a 7,6%) y del IPC núcleo (de 7,9% a 7,2%), que no toma en consideración los precios regulados y estacionales.
Para EcoGo, por un lado, su relevamiento de precios dio como conclusión una inflación de 6,6% en junio, lo que daría como conclusión una interanual de 118,1% y una acumulada de 51,2% para el primer semestre del año. Hay un asterisco, de todas formas, que enciende alguna alarma sobre lo que pueda pasar este mes y los próximos.
Se trata de la inflación núcleo, ese indicado que descarta precios regulados o estacionales. Según EcoGo, “se ubicó en 7,6% mensual acelerándose 2,4 puntos respecto de nuestro indicador en mayo”. “La medición alcanza así un incremento interanual del 114,5%, levemente inferior al promedio de los precios. Los precios regulados contuvieron el indicador y aumentaron 4,5% en junio”, apuntaron.
“En un mes con subas moderadas en regulados (prepagas, colegios privados, tren, colectivo y subte y combustibles) y sin aumentos de tarifas, la inflación en este segmento se mantuvo contenida. Los precios estacionales por también contribuyeron a contener el indicador con un registro del 4,3%, llevando así la inflación acumulada a 45,4 por ciento. Uno de los factores que destacó en este caso fue la baja de las frutas que registraron según nuestra medición una caída del 1,3%”, consideraron.
De todas formas, aseguraron que no hay elementos para concluir, por el momento, que haya una tendencia marcada de desaceleración. “El nivel al que se encuentra el índice es preocupante y lejos estamos todavía de poder hablar de una tendencia firme producto de un cambio en la dinámica inflacionaria”, concluyeron.
Por su parte, Orlando J. Ferreres fue una de las consultoras cuyo sondeo de precios dio como resultado un índice por encima del 7 por ciento. “La inflación de junio fue de 7,2% mensual y registró un crecimiento interanual de 121,1 por ciento. Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 7,6%, marcando un aumento de 115,8% anual. Así, la inflación general acumulada fue de 50,9%, y la inflación núcleo acumuló 50,6% en junio”, midieron.
En ese sentido, plantearon que “Esparcimiento e Indumentaria encabezaron las subas del mes, registrando alzas mensuales de 13,3% y 10,1% respectivamente, seguidos por Vivienda, que presentó una variación de 9,1 por ciento. La medición núcleo, por su parte, arrojó una variación de 7,6% y en términos anuales registró una suba del 115,8 por ciento. En cuanto a los bienes y servicios estacionales, la variación registrada fue de 7,8% mensual, mientras que los Regulados subieron 5,5% mensual”, concluyeron.
Por su lado, C&T Consultores Económicos, en su relevamiento en el Gran Buenos Aires observó que los precios minoristas tuvieron un incremento de 6,7% mensual en junio, por debajo del 8,7% que habían registrado con su medición propia en mayo pero por encima del 5,3% de junio del año pasado. Eso implica que la medición interanual tendrá una suba, en este caso hasta un nivel de 121,8%, la mayor desde agosto de 1991.
“La moderación fue generalizada en los rubros, aunque fueron particularmente relevantes las de vivienda, y alimentos y bebidas. Vivienda, que había aumentado 11,8% en mayo lo hizo en 7,7% en junio. Dos factores se combinaron: en mayo hubo incrementos de electricidad y gas mientras que en junio sólo hubo de electricidad, y no hubo ajuste en los salarios de los encargados de edificio”, apuntaron.
“En alimentos y bebidas, el rubro de mayor peso, hubo una desaceleración significativa en la primera quincena del mes de la mano de la baja de las verduras y el menor incremento de las carnes. Así, el rubro creció 5,2% en el mes frente al 8,4% de mayo. Vale notar que en la tercera semana del mes los alimentos y bebidas treparon fuertemente para luego moderase en la última semana del mes”, consideraron en C&T.
Un número similar de IPC de junio mostró un informe de Libertad y Progreso: fue 6,8 por ciento. En ese centro de estudios aseguraron que hubo un componente estacional que favoreció a esa desaceleración. “Que el índice de precios de junio sea menor al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente. El aspecto más sobresaliente y que sorprendió al mercado fue el dato de inflación de abril (8,4%) que hasta ahora es el récord de los últimos 21 años”, consideraron.