La inflación golpea con dureza el bolsillo de los trabajadores argentinos. La dificultad que viene demostraron en los últimos años los salarios para seguirle el ritmo al aumento de precios es cada vez mayor. Es que la magnitud de los aumentos es dispar según se trate de productos de consumo populares o bien de los considerados premium.
La evolución de los precios de la carne durante el gobierno de Mauricio Macri permite ver con claridad este efecto “oculto” de la inflación. Desde enero de 2016 a julio pasado los precios de los cortes populares de carne subieron a paso acelerado, mientras que los de los considerados de lujo lo hicieron a un ritmo mucho menor.
Así el impacto de la inflación sobre las clases populares, que consume los primeros cortes, es mucho mayor. Por caso mientras el osobuco, un clásico corte popular que se utiliza para hacer pucheros y sopas, subió un 83,22%, la colita de cuadril lo hizo en un 50,05%, según se desprende de los datos que maneja el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
La misma evolución sufrieron la picada común que subió un 69% y la paleta (70,94%) mientras que cortes premium el lomo subieron un 50,13% y el vacío un 46,03%.
El propio Macri ya admitió que la inflación terminará este año en torno al 30%, expectativa más que optimista de acuerdo al cálculo de todos los analistas privados que la ubican por encima del 35%.
Fuente: El Tribuno