Luego de los anuncios económicos que realizó el Gobierno este martes, salió a luz un video del humorista Tato Bores de 1962 donde predijo el valor del dólar.
Qué dice Tato Bores en el monólogo
“Fíjense que nosotros en vez de pagar el dólar 30, 40, 50, 70, 80 o 90 mangos, lo estamos pagando a 135”, se lo escucha decir en la grabación.
Se trata de un monólogo de hace 78 años en el que el cómico retomó uno de sus temas recurrentes: la moneda extranjera más importante del país. Lo más curioso es que describió a la perfección la situación cambiaria actual, luego de que la nueva retención al dólar ahorro hiciera escalar su precio a un promedio de $130.
La predicción de Tato Bores en 1962 sobre el valor del dólar actual.
“Y si nos mojan la oreja, lo vamos a pagar a 200 porque somos tipos ricos”, bromeó Bores por aquel entonces explicando el significado de “expansión monetaria”.
Luego, le advirtió a los norteamericanos que se cuidaran de los argentinos ya que “todos compramos. Todos juntamos” y agregó que “el día que tengamos todos los dólares del mundo iremos a Estados Unidos con la guita de ellos y nos van a tener que entregar el país. Yo no me explico cómo los yankees que son tan vivos no se dan cuenta del peligro que están corriendo con nosotros.”
“Yo pienso que todos de golpe nos hemos vuelto financistas por una razón muy especial. Fíjense que antes cuando un tipo tenía un ahorrito ponía un tallercito, abría una fabriquita, compraba un campito para criar gallinas o plantar tomates. Esas cosas que hace la gente en los países pobres”, siguióTato.
Y cerró el monólogo: “En cambio acá es distinto. Usted va por la calle San Martín, donde están las casas de cambio, y está todo el país parado en frente a las pizarras. Hay obreros, albañiles, peones, sastres, músicos, artistas, de todo. Hay tipos que antes trabajaban como locos y ahora se han vuelto economistas. Cada uno está parado ahí con un paquetito de dinero y en cuanto se mueve la cotización de la pizarra entran todos en patota. Uno dice ‘deme tres dólares’, otro dice ‘deme cuatro dólares’, otro dice ‘deme ocho dólares’ y salen corriendo. Y van a otra casa de cambio. Y antes de que muevan la pizarra se meten y los venden”.