La crisis que atraviesan las farmacias salteñas por la suba de los impuestos provinciales parece ir camino a un callejón sin salida. La institución que agrupa a las droguerías del país, la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM), publicó ayer un comunicado en el que asumen algo que se había adelantado por los medios semanas atrás: que trasladaron el incremento que les llegó en la alícuota por ingresos brutos a sus clientes, las farmacias.
Los locales de venta de remedios quedaron entre la espada y la pared. Por un lado, tienen que hacerse cargo de la suba tributaria a las droguerías, llevando sus ganancias a la mínima expresión, y no pueden pasar los costos a los remedios, porque son los laboratorios los formadores de precios.
Una de las soluciones que ven desde la Cámara de Propietarios de Farmacias de Salta y del Colegio de Farmaceúticos es cortar la venta de remedios a los afiliados de obras sociales o que estas reduzcan las bonificaciones que les imponen a las farmacias.
Otra alternativa sería que el Gobierno provincial dé marcha atrás con la suba en los ingresos brutos a las droguerías, pero desde el Ministerio de Economía descartaron de plano esa posibilidad.
En diciembre pasado, la Legislatura local aprobó el proyecto de ley remitido por el Ejecutivo para autorizar el pacto fiscal acordado entre las provincias -excepto San Luis- y la Nación. Ese acuerdo, que entre sus metas incluía reducir impuestos distorsivos, dio lugar a establecer modificaciones en las alícuotas de ingresos brutos a varias actividades económicas.
Hubo sectores beneficiados por una baja en las cargas tributarias, pero otros, como el comercio, la construcción y la salud, se vieron perjudicados porque se les aplicaron incrementos impositivos. Las droguerías también entraron en esa volteada.
Confiscatorio
En el comunicado de la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales, se resalta que el sistema de recaudación de Salta tiene características que son más gravosas que en la mayoría de las provincias del país.
El fisco salteño recauda sobre el total de las ventas de las droguerías a las farmacias, mientras que en otras jurisdicciones (como Buenos Aires, Mendoza, San Juan y Santa Fe)la base imponible es la diferencia entre el precio de compra mayorista de los remedios y el de venta al público.
A esa situación se elevó la alícuota del impuestos a los ingresos brutos del 3,1% al 5%.
"Con estas nuevas condiciones no es posible continuar con el aprovisionamiento a las farmacias, por las características de este sector, el impuesto es confiscatorio", sentencia la publicación de la ADEM. "Hemos hablado con gente de la Provincia y no pueden modificar el impuesto que va a repercutir mucho en las obras sociales. Nosotros no somos los culpables", explicó ayer el director ejecutivo de la ADEM, Oscar Aulicino, en una entrevista con Radio Salta.
Desamparo
Por imposición, las farmacias deben asumir, de manera exclusiva, una importante reducción en sus ganancias, sobre todo en las ventas a los afiliados de obras sociales. "De cada 100 pesos que se venden a través de una obra social, tres quedan para la farmacia y con el impuesto a las droguerías nos quedaría solo uno", graficó a El Tribunoel vicepresidente de la Cámara de Propietarios Farmacéuticos de Salta, Francisco Puló. Dijo que esperarán una semana más para decidir si cortan las prestaciones a las obras sociales.
Amenaza de cierre
En la provincia existen dos droguerías. Una de ellas, Cofaral, está exenta de la carga por ingresos brutos porque se conformó bajo la figura de cooperativa. La otra, Suizo Argentina, una de las principales distribuidoras del país, sí queda afectada por la suba impositiva y, según trascendió desde la Cámara de Farmacias, podría retirar la sucursal que tiene en Salta. La empresa abastece a cerca del 60% del mercado de las farmacias. También a clínicas privadas.
Fuente: El Tribuno Salta