Con el lanzamiento de los créditos hipotecarios UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) que realizó el actual Gobierno, se logró una reactivación en el mercado inmobiliario que se tradujo en una esplendorosa venta de viviendas. Pero esa prosperidad se vio amenazada por los cimbronazos que sufrió la economía en estos últimos meses y provocó severas caídas en el mercado inmobiliario que alcanzaron un 70%.
El éxito de ese sistema está atado a un contexto donde existe poca inflación y estabilidad económica, cosas que en el país todavía no sucede. Este año la meta de bajar la inflación no se va a cumplir, sino todo lo contrario, en los últimos meses se ha acelerado y saltó del 21,5% interanual en junio de 2017 a 29,5% en junio de 2018.
Esta especie de montaña rusa que está atravesando el país, con momentos de altos y bajos, trajo aparejada una desaceleración en los créditos hipotecarios UVA del 60% a nivel país, y Salta no está exenta de esa realidad. Hoy un cartel del venta en cualquier balcón de un edificio tarda más tiempo en ser sacado.
Según Juan Martín Biella, presidente de la Cámara Inmobiliaria, las operaciones con créditos hipotecarios han caído más de un 70% en la provincia. "Todo lo que ha sido operaciones con crédito, por lo consultado con los colegas, se ha logrado salvar una de cada cuatro operaciones. Primero porque cambiaron las condiciones de crédito y segundo porque hubo esa megadevaluación del 40%", comentó el referente salteño.
Es que cuando hay movimientos bruscos con el dólar, las operaciones inmobiliarias tienden a caer y la devaluación en los últimos dos meses provocó la desaceleración de los créditos hipotecarios UVA, una de las grandes apuestas que realizó el Gobierno nacional para que la clase media llegue a la primera vivienda, después de que se frenara el Procrear.
Talón de Aquiles
La inestabilidad cambiaria y la inflación resultaron ser el talón de Aquiles para los créditos hipotecarios UVA para aquellas personas que contaban con sueldos bajos.
"Para muchos salteños, el crédito se volvió inalcanzable. Antes, para un millón de pesos, necesitabas $25 mil de ingresos, además te tomaban codeudores adicionales y pagabas una cuota de $6 mil. Hoy el piso es con un ingreso de $35 mil, único, y con cuotas de $9.000. Con lo cual, ese mismo millón ya es inalcanzable para muchos salteños", explicó el presidente de la Cámara.
Caída libre
Pero el boom que se había generado empezó su "caída libre" desde febrero de este año. "Es entendible que el propietario no quiera vender en las mismas condiciones, y ha sido muy difícil que el inquilino consiga más dinero. Cuando es por banco, el comprador está condicionado a una cantidad de dinero que no tiene”, destacó Juan Biella, quien aclaró que las operaciones comunes -las que no necesitan crédito bancario- se salvaron y se negociaron la mayoría.
“Normalmente el ahorrista que va a comprar una propiedad tiene el ahorro en dólares. Y mucha gente que ahorró en dólares, salió a hacer ofertas de compras y mantuvo”, remarcó el empresario.
Pero por más que se hayan mantenido ese tipo de operaciones, no alcanzó para mantener un mercado inmobiliario dinámico; es más, se produjo un parate, porque se perdió el precio de referencia.
Reconstruir el mercado
“Hoy estamos reconstruyendo los valores de mercado. Andrea Ramonot, presidenta del Colegio de Corredores, está trabajando con la comisión de valuación para reconstruir el valor de los inmuebles y volver a interpretar el mercado. Acá pasó un Tsunami, se llevó puesto a todo, nos hizo 40% más pobres. Estamos intentando que los propietarios entiendan, que es verdad que tienen un 40% menos de ingreso, pero no se lo pueden trasladar al inquilino porque su propiedad no subió en ese porcentaje de forma lineal y además, porque sería imposible que el inquilino lo pague”, explicó el dirigente. Entonces, los referentes de las cámaras inmobiliarias empezaron a reconstruir el valor venal a través del mercado locativo y a realizarse preguntas: ¿Cuánto se puede pagar una casa en un determinado barrio? ¿Quién es el inquilino que compra esas casas? ¿Cuánto gana el que quiere hacer esa inversión?, y, en función de esas respuestas, empezar a rearmar parte del mercado inmobiliario que quedó patas para arriba después de la devaluación del dólar.
“En tema del valor venal -importe monetario que obtendría el propietario de un bien material usado, si en un momento dado decidiera su venta-, recién lo vamos a terminar en dos o tres meses cuando se acomode la economía. El problema es el valor de referencia, es muy difícil. Una casa en El Tribuno llegó a valer 75 mil dólares, es imposible que una casa ahí valga lo mismo que un dúplex en Miami, no por despreciar El Tribuno, pero evidentemente estaba mal la ecuación. Hoy entendemos que vale menos, pero no sé cuánto”, afirmó Biella.
Fuente: El Tribuno