La palabra incertidumbre se repitió varias veces ayer a la tarde en la charla que organizó el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Salta, en su sede de Belgrano 1461. Los oradores de la jornada, denominada "Análisis de la coyuntura económica nacional y provincial", fueron el economista Martín Redrado, el jefe de Gabinete de la Provincia, Fernando Yarade, y el dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey.
Tanto Redrado como el hermano del gobernador, desde sus distintas posiciones profesionales, plantearon básicamente lo mismo: la falta de un programa económico claro en el Gobierno nacional.
"Es interesante analizar cuál es el proceso de toma de decisiones de este gobierno. Cuando le preguntan al Presidente cómo toma decisiones, él dice que igual que el filósofo Mostaza Merlo: "paso a paso'. Y si uno mira cómo ha venido tomando decisiones en los últimos dos años, se puede observar ese proceso, pero la realidad social y económica de un país no se puede encarar en compartimientos estancos, todo está relacionado, la economía y la sociedad es una integralidad", señaló Redrado, quien fue presidente del Banco Central entre 2004 y 2010 durante parte de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
“Es un momento bisagra, cuando lo más difícil es poder proyectar en la incertidumbre”.
Urtubey dijo, por su parte, que en vez de ir a un programa de desarrollo productivo se eligieron viejas recetas de política cambiaria y monetaria.
"En la Argentina es quizás más fácil invertir en Lebacs (Letras del Banco Central) que hacerlo en una pyme", graficó el industrial.
En tanto, Yarade hizo hincapié en las políticas que se están aplicando en la Provincia para bajar el déficit fiscal.
Sostuvo que ese desequilibrio entre los recursos que ingresan al Estado y lo que se gasta es "endémico" en el país.
"Desde el 1961 a la fecha, solamente en el ciclo 2003-2009 tuvimos superávit fiscal en la Argentina", puntualizó el funcionario local.
Argentina selectiva
Sobre la expectativa de una "lluvia de inversiones" que se había generado en los primeros meses de gestión del macrismo, Redrado dijo que lo único que se propiciaron fueron las inversiones financieras y no productivas.
"Pensaban que arreglando el cepo cambiario, más o menos las tarifas y resolviendo el tema externo con los acreedores iban a llover las inversiones, pero no fue así", criticó el economista.
“El precio del dólar a fin de año va estar sujeto a la carta de intención que se firme con el FMI”.
"La realidad es que tenemos hoy una economía selectiva, hay algunos sectores a los que le va bien, otros más o menos y a otros a los que no le va tan bien, como son los sectores productivos", afirmó el especialista.
Consideró que el actual modelo económico de la Nación generó una gran dependencia del capital financiero internacional.
"Argentina necesita 30.000 millones de dólares todos los años de crédito", dijo Redrado.
Inflación
Sobre la suba en los precios, el expresidente del Banco Central aseguró que fue "un error fundamental la política cambiaria del Gobierno, de pensar que con la tasa de interés se podía controlar las expectativas de inflación".
"Subimos hasta las nubes las tasas de interés, generamos ingresos de capitales golondrinas. El mejor negocio del mundo el año pasado fue traer dólares del exterior e invertirlos en Lebacs y a los tres o cuatro meses con el tipo de dólares planchado hicimos la vuelta y generamos de 12 a 14% de ganancias en dólares en cuatro o cinco meses. Solamente la droga puede tener una tasa de rentabilidad mayor en el mundo que ese tipo de negocio. Es una anomalía que castigó a los sectores productivos", explicó Redrado.
Soluciones
Al finalizar su exposición, Redrado sostuvo que la tarea del Gobierno "es poner balizas para iluminar por dónde tenemos que caminar".
"Eso significa que necesitamos una política de gasto público, de recaudación y monetaria a tres años", indicó.
Sugirió, además, que se deben generar estímulos para el desarrollo productivo.
"Los estímulos tienen que ser impositivos, crediticios y arancelarios", concluyó.
El objetivo del equilibrio de gastos
“Nuestro objetivo es contener el gasto público. Transcurrir este año sin financiamiento externo”, planteó el jefe de Gabinete de la Provincia, Fernando Yarade, en la exposición de ayer.
Recordó que de los últimos seis años, solo en 2014 el Gobierno salteño tuvo superávit fiscal. Es decir que los ingresos que tuvo el Estado fueron mayores a los gastos.
En el resto de los años, la ecuación fue inversa. Dijo que en 2015 el déficit llegó a los $1.300 millones; en 2016, a los $2.400 millones y en 2017, a $4.800 millones, que representó casi el 10% del presupuesto provincial.
En esa línea, destacó que para este año se tomaron medidas para frenar ese desequilibrio económico. Entre ellas, la agilización de las jubilaciones de empleados públicos y el congelamiento de partidas del presupuesto, como los salarios de los altos cargos y los contratos de alquileres, entre otros. Y las acciones para generar mayores ingresos, como la moratoria en Rentas, el acuerdo con las concesionarias de vehículos y el proyecto para gravar las plataformas digitales.
Fuente: El Tribuno