El ministro de Economía Sergio Massa formará parte de la comitiva presidencial que viajará este martes a Brasil para sostener reuniones con el presidente Lula Da Silva y el equipo económico del Planalto, encabezado por el ministro Fernando Haddad. En la agenda económica aparece un tema excluyente: buscar un acuerdo para que Brasil financie importaciones argentinas desde ese país y aplace el uso de dólares de las reservas del Banco Central.
En el Palacio de Hacienda consideran que avanzar en este tipo de medidas –con un espíritu similar la semana pasada se anunció un programa de importaciones desde China pagadas directamente con yuanes como parte del swap de monedas– para aflojar, en la medida de los posible, la presión sobre la utilización de moneda norteamericana del colchón de reservas netas en la autoridad monetaria.
Este lunes el Gobierno brasileño confirmó que las negociaciones están en marcha. El secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda brasileño Gabriel Galípolo aseguró que “llevamos algún tiempo discutiendo lo que llamamos crédito a la exportación. De hecho, es financiamiento para empresas brasileñas que venden a la Argentina, y son estas empresas las que importan servicios y bienes de Brasil”, dijo.
“Es importante señalar que estas líneas de exportación son financiaciones que pagan directamente a las empresas brasileñas. El riesgo y la complejidad de la situación es siempre menor que el riesgo financiero tradicional, cuando financias una empresa y no sabes si la empresa podrá vender o no, porque la demanda de sus productos existe”, dijo Galípolo en declaraciones al diario O Globo.
Al avión se subirán además de Massa el secretario Asuntos Estratégicos y Financieros Internacionales, Marco Lavagna, el vicepresidente del Banco Central Lisandro Cleri y el jefe de asesores Leonardo Madcur. Los tres son, en paralelo, tres de los principales interlocutores con el Fondo Monetario Internacional.
No es casualidad, ya que el Palacio de Hacienda sostiene, y lo continuará haciendo en los próximos días, un ida y vuelta a la distancia con Washington. Si bien no fue confirmado, en caso de que ese tironeo avance, funcionarios de primera línea se sumen a la delegación técnica que está ahora en la capital norteamericana.
En concreto, en la agenda con el país vecino la carpeta que llevará Massa tiene un elemento principal: el pago de importaciones. Y, en concreto, buscar un esquema por el cual Brasil pueda financiar en una proporción mayor a la actual, el pago de compras de insumos desde la Argentina.
Como parte de la “misión del equipo económico a Brasil”, Massa se reunirá el miércoles con Rodrigo Maia, presidente de la “Confederação Nacional das Instituições Financeiras (CNF)”, entidad donde están las principales instituciones de los bancos y la bolsa de valores del Brasil.
En la agenda ese día, ya en buenos Aires, figuran anuncios vinculados con la Economía del Conocimiento y con Plan Argentina Irrigada. El jueves, se comunicarán medidas de promoción para la siembra de trigo y el viernes se lanzará, según la agenda de Economía, un “Plan de Pagos para Pymes que mantienen empleo” y un fondo de asistencia para la avicultura. También novedades sobre el Impuesto a las Ganancias y la suba del mínimo no imponible que se conoció días atrás.
Volviendo al viaje a Brasil, en rigor, existe ya un marco normativo desde hace 15 años, aunque por distintas razones solo llegaron a representar una porción menor de las importaciones desde Brasil, lo que lleva como nombre Sistema de Pagos en Moneda Local (SML).
Su fundamento es que “permite a los importadores y exportadores argentinos y brasileños la realización de pagos y cobros en sus respectivas monedas”, explicó un informe el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
“Por medio del SML, las transacciones tienen un costo menor porque se logran mejores tasas de cambio. Hasta el momento es aplicable sólo a las operaciones de comercio de bienes, incluidos servicios y gastos relacionados con ellas, tales como fletes y seguros, siempre que sea previamente pactado como condición de venta entre importador y exportador”, explicaron.
Por su lado, la consultora Abeceb había estimado que menos del 10% de las operaciones con Brasil se realizan con ese sistema, que hoy es operado por los bancos centrales. “Actualmente el SML no evita la pérdida de reservas ante un déficit comercial. Las operaciones se realizan en pesos o reales, pero los desequilibrios se saldan al final del día con transferencia de dólares del Banco Central del país deficitario al del país superavitario”, describió Abeceb.
“Es decir, para la macro argentina el SML hoy no tiene utilidad, dado que los plazos de compensación entre ambos bancos centrales son excesivamente breves para las necesidades de Argentina y no evita el drenaje de dólares. El sistema funcionaría de igual manera, sólo que en lugar de saldarse los desequilibrios diariamente se haría al transcurrir un año calendario, de esta manera la Argentina sortearía la salida de dólares”, analizó en un informe a clientes.
En enero, durante una visita de Lula y Haddad a Buenos Aires, los dos ministros de Economía anunciaron un preacuerdo en este sentido. La posibilidad que aparecía con más fuerza en ese momento era que el Banco Nación argentino y al Banco do Brasil extiendan la financiación, principalmente, de la entidad brasileña a sus exportadores. El nuevo plazo sería de 366 días, lo cual aliviaría el uso de reservas del BCRA para el pago de compras de insumos, bienes y servicios desde Brasil y evitaría los plazos y cupos que otorga a cuentagotas el SIRA.
El jueves de la semana pasada había tenido lugar una reunión de trabajo previa a esta misión con empresarios para “agilizar las importaciones y exportaciones desde Brasil y trabajar en la consolidación de la relación comercial entre ambos países”, indicó Economía.
En el Palacio de Hacienda esperan comenzar la semana cambiaria, este martes, con un marco de volatilidad en los dólares financieros menor al de los últimos días de abril, que estuvieron marcados por una incertidumbre en los mercados que empujó al dólar libre a la zona de los 500 pesos. Solo una vez que el Banco Central empezó a utilizar reservas y bonos para influir en el precio del dólar Bolsa y el “contado con liqui”, el dólar informal encontró un techo y empezó a ceder.
“Logramos domar al dólar”, festejaban en el inicio de la semana desde un despacho oficial de Economía. De la mano de las nuevas reglas para la operación de dólares financieros esperan tener un escenario más controlado en los próximos días.