La familia Gómez hace cálculos. Está en camino su segundo hijo, los costos de alquiler son cada vez más caros y consideran que es tiempo de tener la casa propia. Pero la inflación, la devaluación y los créditos inaccesibles alejan día a día el sueño de los Gómez. Si a ese combo le sumamos que los Gómez viven en Salta, el sueño se convierte en pesadilla.

Para construir una casa austera, de 50 metros cuadrados, en la provincia se necesitan unos $901.400 según el último índice publicado por el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesionales Afines (COPAIPA), que estimó que el costo del metro cuadrado alcanzó los $18.000 en mayo de este año.

Los Gómez piensan en ahorrar, pero cuando analizan los números finos se dan cuenta de que los costos de construcción aumentaron 17% desde enero, es decir, más de cuatro puntos por arriba de la inflación acumulada hasta mayo.

En Salta, estos costos golpean más que a otras provincias no solo por los altos precios de los materiales, sino también por los magros sueldos que cobran los empleados del sector privado. Según los últimos datos publicados por Economía y Regiones, el ingreso promedio de los salteños es de $19.000 brutos, es decir, unos $15.700 netos. Con estos montos, si los Gómez quisieran ahorrar para construir su casa, en un país con inflación cero, necesitarían de 57 sueldos.

En otras provincias el panorama es un poco más alentador. En Córdoba, por ejemplo, el costo del metro cuadrado fue de $14.598 en mayo y el ingreso promedio es de $18.200 netos. En la Ciudad de Buenos Aires, el costo del metro cuadrado si bien es mayor, de $21.100, los ingresos medios alcanzaron casi los $24.000 netos.

Por lo tanto, si los Gómez viviesen en Córdoba, necesitarían de 40 salarios para construir su casa y en Buenos Aires, 44.

¿Qué fue lo que más subió este año?

El índice elaborado por el COPAIPA incluye un listado completo de los insumos para la construcción. Además realiza un relevamiento de los honorarios de proyecto y dirección técnica, los derechos de construcción municipales, la aprobación de planos en el Consejo Profesional, el impuesto actividades económicas y el IVA.

Entre los elementos básicos para una obra aparece la bolsa de cemento, que subió un 13% en lo que va del año; el hierro, con una suba del 40%; el ladrillo hueco portante, con un 30% de aumento; y la ripiosa, con un aumento del 13%. Además se calcula los costos de mano de obra, que para una unidad de 50 metros cuadrado tipo IPV aumentó un 13%.

¿Y las viviendas sociales?

“Nos estamos estirando como chicle”, lamentó hace pocos días el titular del Instituto Provincial de la Vivienda, Sergio Zourpudes, quien reconoció que el presupuesto 2018 de dicha entidad ya fue licuado en los primeros seis meses del año por la inflación.

Si los Gómez pretenden inscribirse para acceder a una casa financiada por el Estado deberán dilatar sus expectativas para lo que resta del año, a la espera de la llegada de mayores fondos de Nación, quien debe abonar todavía $250 millones de los $750 millones previstos para este ejercicio.

Para el año que viene el panorama de esta familia puede ser aún peor, ya que entre los ítems del recorte que baraja la Casa Rosada está el Fondo Nacional de la Vivienda. Con dichos recursos se financia la política habitacional en todo el país y el propio ministro de Economía de la provincia, Emiliano Estrada, reconoció en 2019 existe la posibilidad de que se congele la construcción de casas.

Fuente: La Gaceta