“Las personas y las organizaciones están reflexionando sobre lo que realmente valoran, rechazando productos y servicios que no satisfacen sus necesidades; cambiando la naturaleza de nuestras relaciones con la tecnología y las marcas”, indicó el informe.

Según el directivo de Accenture Interactive, Ezequiel Arslanian, los consumidores a nivel global son más selectivos sobre qué productos y servicios incorporan a su vida diaria; y eligen desconectarse o darse de baja si el intercambio de valor no es mutuo. “Las empresas que lograrán mantenerse competitivas en la era digital, serán las que transformen sus modelos de negocio, con el fin de generar experiencias para los consumidores y estas serán las que mejoren la calidad de vida de las personas”, sentenció.

Los hábitos de los argentinos, en cambio, también se modificaron pero el cambio estuvo más bien asociado al contexto inflacionario según coincidieron los economistas consultados. El coordinador del Centro de Investigación y Medición Económica de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Enrique Dentice, señaló que la caída del poder adquisitivo (cerca del 17% en salarios reales y 20% en jubilaciones), llevó a las familias a alterar la forma en que gastan su ingreso y a hacer rendir el salario que no puede competir con el ritmo de la inflación. Por su parte, la economista Candelaria Botto, manifestó que con sueldos que compran cada vez menos; los consumidores recortan en los rubros recreativos o los que no son estrictamente necesarios. “Si antes salias a comer, ahora cocinas en casa, con todos los efectos que eso genera en términos de empleo”, consideró.

“Desde las finanzas personales, es esperable que cuando se toma conciencia del nivel de ciertos gastos se reprioricen consumos en bienes y servicios”, comentó el economista y director de Trainer Financiero, Ezequiel Baum.

El experto agregó que ese proceso define cambios en los consumos: “suele requerir la proyección de esos gastos en el presupuesto anual de cada familia, pero la mayoría de las personas no hace el ejercicio de ver cuanto gasta por año en cada rubro ni analizar cuánto podría ahorrar modificando su patrón de consumo, pasándose a segundas marcas, discontinuando servicios”.

Según los últimos datos, en 2018, el total de préstamos -en pesos- al sector privado alcanzó un nivel de $ 1.571.037 millones: esto representó un alza $ 230.300 millones (es decir, 17,18% más en el año). Sin embargo, el incremento de los préstamos, en el año, en términos nominales, no alcanzó a compensar el alza de los precios a causa de la elevada inflación y la estacionalidad en la que se encuentran los salarios.

“Este retroceso se hizo aún más evidente durante diciembre, cuando se observó una baja en términos nominales”, según explicó Guillermo Barbero, Socio de First Capital Group. En el último mes del año, todas las líneas de financiación marcaron una caída del 0,74% respecto al mes anterior, lo cual evidencia la recesión en la que se encuentra la economía argentina, según informó la agencia de noticias de Télam.

Actividad: el crecimiento será del 1% en 2019

El economista y presidente de la consultora OJF, Orlando Ferreres, sostuvo ayer que la economía argentina crecerá durante este año un 1% y planteó que la inflación rondará el 25%, por lo cual el tipo de cambio debería subir su valor en igual proporción.

“Es mucho lo que hay que levantar en 2019, pero a nosotros un modelo matemático nos da que la actividad crecerá el 1%”, indicó Ferreres. “Hay que ver cada trimestre: el primero va a dar muy mal, pero con la cosecha gruesa mejorará la situación, sobre todo en el interior”, agregó. (Télam)

Impuestos: la presión fiscal aumentará este año

Si bien en los dos primeros años de gobierno de Mauricio Macri se redujo la presión tributaria en casi dos puntos del PBI (gracias a los ingresos extraordinarios del blanqueo), en 2019 la carga impositiva será la más alta en, por lo menos, los últimos 60 años, según estimaciones privadas.

Sobre la base de las proyecciones de la ley de presupuesto, este año la presión tributaria ascenderá a 26,2% del PBI. Esto significa una suba de 1,3 puntos del producto respecto del año pasado y de 2,2% del PBI en relación con los dos primeros años de Cambiemos.