El aislamiento obligatorio o cuarentena comenzó a regir desde el viernes 20 de marzo y dividió a la actividad económica en dos entre aquellas que estaban exceptuadas y las que no. Eso hizo que algunos sectores tuvieran un parate total. Se estima que en abril la recaudación cayó un 29,48%.
Para las actividades productivas de la provincia, enfrentar la pandemia y el aislamiento obligatorio fue una tarea imposible. En abril, las actividades que están relacionadas con el turismo, el comercio y la construcción sufrieron un duro revés. En ese mes, la mayoría de las empresas tuvieron que cerrar y paralizarse.
Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) realizado por el Indec, la economía cayó 26,4% en abril último, un nivel récord, ya que fue el mes en que impactó más fuerte la cuarentena dispuesta para atenuar los contagios de coronavirus.
Salta no estuvo ajena a esta situación y el aislamiento para mitigar la pandemia derrumbó todas las actividades. De acuerdo con datos oficiales, en términos reales la recaudación de la Provincia en abril cayó un 29,48%.
Algunas actividades
Las empresas más golpeadas son aquellas que no tuvieron la posibilidad de abrir sus puertas. El comercio, motor fundamental de la economía salteña y principal empleador de la provincia, después de un mes de encierro, volvió a abrir sus puertas solo de manera virtual. El sector comercial minorista no esencial (venta de ropa, electrónica y calzado) sufrió una caída que llegó al 70% durante abril.
Solo la flexibilización de la cuarentena administrada, con los comercios tratando de reactivar las ventas a través de WhatsApp, redes sociales, internet y vía telefónica, sirvió para atenuar la caída y que no sea total.
Los rubros esenciales (farmacias, estaciones de servicios, venta de comestibles) que pudieron abrir sus puertas, pero con estrictos protocolos de sanitarios para atenuar la posibilidad de contagios de coronavirus, tuvieron una retracción del 31% interanual.
En parate en la actividad hotelera fue total. En la provincia, durante abril, todos los establecimientos estuvieron cerrados por lo que no registraron facturación.
Los restaurantes, locales de comida para llevar y negocios de comidas rápidas, podían repartir a domicilio a través de la modalidad delivery o "pick & go", pero de ninguna manera abrir sus puertas al público. En la provincia, los referentes del sector explicaron que la caída en esa actividad fue superior al 85%.
Aunque no hay datos oficiales los empresarios locales de la construcción aclararon que la actividad cayó un 85% (lo mismo que a nivel nacional). En la provincia, la obra pública estuvo exceptuada del aislamiento social y la privada se reactivó a fines de abril, lo que amortiguó en parte la retracción.
A nivel nacional
La economía cayó 26,4% en abril último, un nivel récord, ya que fue el mes en que impactó más fuerte la cuarentena dispuesta para atenuar los contagios de coronavirus.
En el registro histórico, para encontrar una serie con retrocesos tan profundos es necesario remitirse a 2002, cuando la economía se retrajo un 17% a raíz de una de las peores crisis económicas y sociales que tuvo el país.
De acuerdo con los datos incluidos en EMAE, los mayores derrumbes de abril se produjeron en hoteles y restaurantes (-85,6%) -el turismo fue el sector más golpeado- y la construcción (86,4%), ya que las obras públicas y privadas se paralizaron casi por completo.
Los rubros que más incidieron en la caída generalizada de la actividad económica fueron industria manufacturera (-34,4%) y comercio (-27%).
Una luz
Todos los sectores consultados por El Tribuno afirmaron que los números mejoraron notablemente en mayo, cuando Salta entró en una nueva fase llamada "cuarentena administrada" junto a otras siete provincia del país.
Durante ese mes se anunció la apertura de los comercios de toda la provincia. También se habilitó el trabajo de bogados, contadores y otros profesionales con título habilitante. Además se reactivó la obra privada en su totalidad con estrictos protocolos de prevención para los trabajadores.
Se abrieron las entidades bancarias para la atención al público, aunque se debía sacar turno y el acceso estaba limitado por la terminación del DNI, y también empezó a funcionar el transporte público para los nuevos exceptuados.