La crisis ya impactó en la movilidad de muchas familias que cada vez usan menos el auto. El principal motivo: el galopante incremento de la nafta, que en lo que va del año superó el 50%. El reflejo se ve en las playas de estacionamiento del centro, donde aseguran que hubo una caída del 30% en la ocupación. Los remiseros y taxistas tienen menos pasajeros y adjudican al ajuste que recae sobre la población.
El impacto de la suba de los combustibles asfixia a un gran número de familias, ya que en la capital salteña hay un auto cada cuatro personas. El año pasado, el parque automotor local tenía 160.404 unidades, según un relevamiento de la Dirección General de Estadísticas de la Provincia.
"Si tengo que ir a trabajar, voy en auto, pero si es para otra cosa me subo al colectivo", respondió un conductor a El Tribuno, mientras dejaba su vehículo en una playa de estacionamiento sobre la calle Ituzaingó. Esta semana tuvo una mala noticia: la nafta súper llegó a $41,34 y la Infinia, a $47,56 en las estaciones de YPF.
Pero no solo se dejó de usar el auto por la suba del combustible: se encarecieron las playas de estacionamientos, hay cortes de calles por refacciones y se replican las manifestaciones diarias en el centro que impiden el ingreso normal de los vehículos al microcentro.
Carlos, un empleado de una playa de estacionamiento de la avenida Belgrano, describió que mucha gente prefiere estacionar el auto a seis cuadras o utilizar el colectivo. "Antes, los que venían a los bancos, se daban el gusto de tomar un café, pero ahora no lo hacen por el aumento de los precios en general, no solo la nafta subió, por la tanto no podemos decir que es la causa por la que no tenemos la misma clientela de antes", reflexionó.
Todos los encargados de playas de estacionamiento entrevistados concordaron en que hubo una disminución de clientes, de un 30%. "Desde hace cuatro meses que vemos este cambio negativo, antes a cualquier hora dábamos vuelta el cartel poniendo la palabra "completo' porque no había más espacio en la playa. Hoy, como pueden ver, no llenamos el espacio", contó Roberto, dueño de una de las playas de estacionamiento del centro, ubicada en calle Buenos Aires.
Sobre calle España, hay preocupación por el impacto de los cortes debido a las obras que allí se ejecutan. Un empleado de un playón que tiene entrada por España y salida por Belgrano afirmó: "Nosotros creemos que nos perjudicaron los cortes en un 90%, ya que a la gente les quedaba más cómodo entrar por la España".
Los administrativos y trabajadores de las estaciones de servicios notaron una merma en la venta de los combustibles. Las estimaciones rondan un 30%. Algunos no arrojaron cifras pero sí concordaron con esta pérdida de clientes. Los empleados señalaron que ya no se utilizan tanto las naftas prémium; fueron reemplazadas por la nafta súper y el GNC, ya que se busca ahorrar por el elevado precio de la de más alta calidad.
El combustible V-Power en la Shell disminuyó el porcentaje de consumo; en la Refinor pasó lo mismo con la Refinor 97 y se opta por usar la nafta súper. Algunos prefieren utilizar el GNC por el precio; de hecho en un informe del 8 de agosto, El Tribuno dio cuenta de un incremento del 30% en la demanda de equipos de GNC.
Los taxistas y remises también notaron este cambio. Un taxista ubicado en calle Urquiza e Ituzaingó dijo: "La gente solo usa el taxi en ocasiones que llegue tarde a un lugar, para el resto usa el colectivo o va caminando".
En una remisería del barrio Tres Cerritos, contaron que disminuyeron los viajes por el aumento de las tarifas y la gente solo hace viajes cortos para ahorrar.
Marcos, un empleado, lamentó: "Hace 40 minutos estoy esperando un pasajero, la gente empezó a usar remises truchos por el precio".