La suba del dólar de los últimos meses se trasladó a los precios y, por eso, se espera que la inflación de junio supere el 3%, de acuerdo a las estimaciones privadas. La suba generalizada estuvo motorizada, también, por el aumento en las tarifas de transporte, el incremento en los combustibles y, fundamentalmente, el traslado de la devaluación de mayo a las góndolas. De hecho, la inflación núcleo, que no toma en cuenta servicios públicos ni productos estacionales, mostraría una aceleración hasta 3,5%, muy superior al 2,7% del mes anterior.
Las proyecciones ya muestran que la inflación trepó de forma notoria respecto a la medición anterior de mayo. Federico Furiase, socio de la consultora EcoGo, evaluó: “Para junio tenés tres frentes complicados que podrían llevarla hasta un 3,5% o 4%, con un aumento núcleo de entre 3,8 y 4%. Se trata de la suba en naftas del 5%, alzas en transporte e inflación en alimentos hasta del 4% a partir del arrastre que dejó mayo. Y a eso se suma la devaluación”.
El efecto del dólar sobre la inflación suele ser explicado a partir del impacto en productos cuyo valor depende de la moneda estadounidense. El ejemplo más claro son los alimentos: al tratarse de bienes que se venden al exterior en dólares, su precio interno también tiende a crecer.
Para la economista Nuria Susmel, de la Fundación FIEL, si bien faltan los datos de la última semana, estimó que .la inflación estará en un rango de 3 ó 3,2%”.
Por su parte Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis, se arriesgó a afirmar que si bien “típicamente el efecto de traslado a precios del dólar dura entre dos y tres meses”, el hecho de que aún la moneda estadounidense no se haya estabilizado no permite saber cuándo se va a detener el la escalada. La consultora prevé que la inflación superó el 3% en junio. ‘Pero tendremos que ver si está más cerca de 4% de acuerdo a los últimos datos”, completó el especialista.
Mientras tanto, el acuerdo con el FMI modificó las metas de inflación trimestrales que tenía la conducción anterior del Banco Central. El Gobierno admitió ante el organismo que este año la inflación será de 27%, mientras que el acuerdo establece para 2019 una meta de 17%; de 13% para 2020; y de 9% para 2021. Los objetivos anuales tendrán márgenes de cumplimiento de algunos puntos porcentuales, aunque el Central deberá, en caso de que la cifra difiera de la meta, dar explicaciones ante el directorio del Fondo sobre por qué el objetivo no pudo ser cumplido.
Fuente: El Tribuno