Más de 11 millones de habitantes son pobres en la Argentina, una cifra equivalente al 27,3% de la población, según cifras que ayer difundió el Indec correspondientes a junio, por lo que alrededor de 750 mil personas cayeron en esa situación en el primer semestre.
La indigencia aumentó en la primera mitad del año del 4,8% al 4,9% de la población, con lo que alrededor de 100.000 personas pasaron a integrar ese conglomerado de quienes apenas tienen recursos para alimentarse.
Los datos divulgados por el organismo estatal reflejan el impacto de la devaluación, la suba de precios y la fuerte corrida cambiaria que sufrió el país a partir de abril, aunque también son compensados por un primer trimestre favorable.
En este sentido, todos los datos muestran un empeoramiento de todas las variables -pobreza a indigencia- si se las compara con diciembre de 2017, pero una mejora en la medición interanual.
Según los datos oficiales, la pobreza escaló en el primer semestre 1,6%, aunque respecto de igual período de 2017, se verificó una disminución del 1,3%.
El nivel de indigencia se ubicó en junio pasado en 4,9%, registrando un leve aumento del 0,1% contra diciembre de 2017, aunque si se mide con relación al primer semestre de ese año, el índice registra una baja del 1,3%, en el caso de la indigencia.
Los hogares afectados
En cuanto a hogares, el Indec indicó que en el primer semestre la pobreza afectó al 19,6%, lo que representó una suba del 1,7% contra fines de 2017, pero una baja de 0,8% si se lo mide contra la primera mitad del año pasado.
Asimismo, la indigencia afecta al 3,8% de los hogares argentinos, según datos hasta junio, registrando un aumento de 0,3% respecto de diciembre, pero una caída de 0,7% contra igual período del año pasado.
El Indec informó que en el primer semestre del año se encontraban por debajo de la línea de pobreza 7.581.118 personas mientras que de ese total otras 1.357.923 eran afectadas por la indigencia, aunque las cifras corresponden a los 30 aglomerados urbanos relevados oficialmente.
Si se proyectan los datos a la población total que hoy supera los 40 millones de personas, se encontrarían en la pobreza más de 11 millones de habitantes.
Los hogares alcanzados por la indigencia alcanzan a 344.009 mientras que los afectados por la pobreza suman 1.777.249, según las cifras correspondientes a los 30 distritos con más de 500 mil habitantes.
El relevamiento del organismo del primer semestre toma parcialmente la aceleración de la inflación a partir de mayo y se ve favorecida por los indicadores de crecimiento económico de los primeros meses del año.
Los indicadores sociales, como lo anticipó el presidente Mauricio Macri en una conferencia en Casa Rosada, mostrarán un deterioro en el segundo semestre del año, aunque podría verse compensado con la reapertura de las negociaciones paritarias en el último trimestre.
El Indec informó que las personas consideradas pobres deberían mejorar sus ingresos en 7.038 pesos por hogar, y se encontraban en junio pasado un 36,2% por debajo del ingreso salarial para no ser considerados pobres.
La canasta básica
Para el Indec, la valoración de la canasta básica total, que define el nivel de pobreza, era en junio de 19.601 pesos para un hogar de cuatro miembros.
En el caso de los hogares indigentes, consideró que debían mejorar sus ingresos en 2.714 pesos y se encontraban un 38,1% por debajo del nivel para abandonar esa condición.
La canasta básica alimentaria, que define el nivel de indigencia, para el mismo hogar costaba en junio pasado un 7.473 pesos.
Los indicadores del Indec muestran que en la población de entre 15 y 29 años el nivel de pobreza llega al 32,9%, y entre los 30 y 64 años es del 23,2%, o sea en los dos sectores donde se concentra la población activa que puede acceder a un tra bajo.
Reforzarán los planes
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, confirmó ayer que hacia fin de año el Gobierno implementará “un refuerzo” de los planes sociales para atenuar la crisis.
Stanley, que ofreció una rueda de prensa tras la presentación del presidente Mauricio Macri, en la Casa de Gobierno, aclaró que las familias que ya tienen la tarifa social de gas “la seguirán manteniendo”.
“Hay que llevarle tranquilidad a las familias de que estos meses van a seguir teniendo la tarifa social de gas”, dijo ante la consulta periodística del anuncio realizado ayer por la Secretaría de Energía de quita de bonificaciones.
Además, señaló que “seguimos en diálogo con movimientos sociales y con otros sectores. Es un trabajo diario de estar abiertos al diálogo”.
“Esto no nos corre de nuestro objetivo central, que es reducir la pobreza”, aseguró.
“El refuerzo de la Asignación Universal por Hijo (de septiembre) se cobró. Trabajamos al lado de los que más sufren. Tenemos la posibilidad de usar fondos para cuestiones sociales‘, sostuvo. Asimismo, en relación con la decisión del Gobierno nacional de revisar pensiones por invalidez ante sospechas de irregularidades, señaló que los nuevos requisitos se enviaron por carta a personas que presentaban alguna incompatibilidad.
Respecto de rumores como una posible candidata de Cambiemos en las elecciones 2019, Stanley precisó que “no es momento de hablar de candidaturas” y que está “abocada” a su tarea.