El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires podrá aplicar el protocolo "antitomas" en las escuelas. Así lo dispuso la justicia porteña al desestimar el fallo de primera instancia de la magistrada Elena Liberatori, que impidió el uso de la normativa creada por el Ministerio de Educación a través del cual se busca evitar las protestas estudiantiles en el interior de los establecimientos. Según el fallo, los padres serán responsables por los daños que puedan provocar sus hijos.
La Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario hizo lugar a los "recursos de apelación interpuestos" por la cartera de Educación que conduce María Soledad Acuña y de esta manera la Ciudad podrá aplicar el protocolo en cada intento de toma.
Las "pautas de acción" del protocolo establecen las responsabilidades de quienes participen o "alienten el accionar de los estudiantes". En ese sentido, uno de los puntos aclara que los directores deberán citar a los padres para retirar a sus hijos del colegio tras el inicio de la protesta, y serán las familias quienes se hagan cargo de los eventuales daños.
Por otra parte, la principal autoridad del colegio tendrá que dar intervención al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al SAME, en caso de que algún estudiante o autoridad de la escuela requiera de asistencia médica.
Durante 2017 se tomaron 30 colegio, según el gobierno porteño.
A su vez, deberán librar un acta en la que se deje constancia de la imposibilidad de ejercer las normales actividades de la escuela y en ella se incluirá un relato de los hechos, fotografías de la toma certificadas por un escribano público y una descripción detallada del estado del patrimonio al momento del inicio de la toma.
Según el gobierno porteño, durante 2017 se tomaron 30 escuelas y, con el protocolo, se buscará disminuir esta cifra para fin de año. Las últimas tomas se produjeron durante el debate en la Cámara de Diputados del proyecto de aborto legal, que obtuvo media sanción y continuará su discusión en el Senado.
Fuente: TN