Los salarios de los docentes tienen menos poder de compra que hace dos años, salvo en dos distritos. El salario real actual (es decir, descontada la inflación) es, en promedio, 1600 pesos más bajo que el de 2015, según se desprende de estadísticas oficiales que relevó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
De acuerdo con esos datos, solo dos provincias mejoraron el salario de los docentes en los últimos dos años: Salta y San Luis. En Salta, el salario de un maestro con diez años de antigüedad deflactado es 270 pesos más alto que en 2015. En San Luis, la mejora en el poder adquisitivo fue de 1462 pesos. En el resto de los distritos, la paga de los docentes disminuyó en términos reales.
En la provincia de Buenos Aires, el salario real promedio de un docente de nivel primario con diez años de antigüedad es 471 pesos más bajo que en 2015. En la Ciudad de Buenos Aires, la pérdida fue aun mayor, de 1550 pesos mensuales.
En las provincias de la Patagonia es donde más disminuyó el poder adquisitivo. En Santa Cruz, el salario real cayó 7100 pesos en términos reales y en Tierra del fuego la pérdida de poder adquisitivo es de 7337 pesos.
Cippec relevó los salarios de los docentes provincia por provincia, desde 2003 hasta septiembre de 2017 (último dato disponible). La posterior activación de alguna cláusula gatillo pudo haber ayudado a matizar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos dos años. Para deflactar los haberes tomó los Índice de Precios al Consumidor alternativos hasta la normalización del Indec.
La pérdida del poder adquisitivo del salario docente promedió los 6 puntos porcentuales y fue mayor a la del resto de la economía. Según datos del Indec, la inflación acumulada entre 2016 y 2017 fue del 70,2 por ciento y los salarios aumentaron 69,4%, por lo que perdieron 0,8 puntos de capacidad de compra.
La evolución del salario
Según los datos recolectados por Cippec, el salario docente ganó 72 por ciento de poder adquisitivo entre 2003 y 2017, en promedio en todo el país.
Donde más se recuperó fue en Salta (135%), Río Negro (112%), la provincia de Buenos Aires (109%), Chaco (106%), (Santa Fe (102%) y Entre Ríos (101%).
En la otra punta, el haber promedio cayó 3 por ciento en términos reales en Santiago del Estero. En Catamarca creció 38% y en La Rioja, 49 por ciento. La comparación comienza con la recuperación económica posterior a la crisis de 2001 y 2002, que derrumbó el poder adquisitivo tras la salida abrupta de la convertibilidad.
Pero la recuperación del salario se desaceleró con fuerza desde 2011. Entre ese año y 2015, el salario docente fue 5% superior a la inflación. Entre 2015 y 2016, el salario perdió 5 puntos y en el último año, otros cuatro puntos en términos reales, siempre según el Cippec.
Según Axel Rivas, investigador principal del programa de Educación del Cippec y coautor del trabajo ¿Qué cambió en el financiamiento educativo en Argentina?, el salario docente es mejor que el de la década del noventa. "Si uno toma un año promedio de los noventa, 1997, y lo compara con 2007, hay una mejora del 45% en términos reales. El salario docente se recuperó después de muchísimo tiempo de depreciación. Pero a partir de ahí se frena. La economía ya no creció en la misma dimensión", afirmó.
Luego, la mejora en el poder adquisitivo se desaceleró, para convertirse en pérdida en el último tiempo. "En los últimos dos años tenemos una caída del salario real, que nos muestra la clara prioridad por la cuestión fiscal del Gobierno. Teniendo en cuenta que el salario docente es provincial, en general hay una pauta de disminución del gasto público, de buscar equilibrar las cuentas", continuó Rivas.
El especialista advirtió sobre las consecuencias de bajar el salario real docente en tiempos de expansión económica. "Es peligroso, sobre todo cuando la economía crece. En años de crisis, es más común que se pierda poder adquisitvo. Pero en años de crecimiento, aunque sea leve, uno esperaría que el salario se mantenga y hasta mejore", dijo. "Sobre todo con los docentes, que son un activo muy importante para la sociedad. El mensaje es muy peligroso: no vale la pena ser docente. Es muy peyorativo", reflexionó.
Fuente: Informate Salta