“Nosotros somos una empresa privada, contratada por la Municipalidad, para hacer todo lo relacionado a la operación y el mantenimiento de las redes de alumbrado público. En ese sentido tenemos obligaciones expresamente estipuladas en el contrato, para mantener el alumbrado público y una de las obligaciones es preservar y conservar las columnas del alumbrado público y sobre las cuales cada dos años tenemos intervención de los distintos partidos políticos, porque de verdad son todos”, dijo en diálogo con Martín Grande el director de Lusal.
Y explicó que “por las facultades que nos confiere el contrato que tenemos con la Municipalidad de Salta, hemos tomado la decisión de hacer retiro de esos carteles, para luego devolvérselos a los partidos políticos, que sean los dueños, como pasó en el año 2.017”.
Según dijo Tuñón, se retira carteles de todos los candidatos, y no de alguno en particular, y que lamentablemente al hacer esa acción, se generan muchas veces hechos de violencia. “Este fin de semana cuando operarios de LuSal estaban retirando carteles en la rotonda de la Universidad Nacional de Salta, en la avenida Bolivia, se presentó una camioneta pintada o identificada con un partido político, se bajaron dos personas y empezaron a increpar y en algún punto también a agredir a nuestros técnicos a empujones y amenazas”.
El nuevo defensor de la ciudad
El Director de la empresa dijo que desde Lusal “no queremos interferir ni intervenir en la campaña política”, aunque precisó que “pretendemos que se cuide todo lo que es la red del alumbrado público porque nos pertenece a todos”.
En una opinión que más que la de un director de una empresa privada cumpliendo su rol parece la de un candidato en campaña, Tuñón expresó que “lo que la mayoría de los salteños pretendemos, yo me incluyo como un salteño que vive, que circula y trabaja en esta ciudad, es que las campañas políticas no arruinen nuestra ciudad, que cuesta mucho mantenerla tan linda. Creemos que se pueden hacer campañas de diferentes maneras sin necesidad de ultrajar a la ciudad”.
Agregó que “las ordenanzas se deben cumplir. No deben haber excepciones en eso y más cuando afectan, vuelvo a insistir, valores protegidos por esta ordenanza, como el paisajismo, la estética, etc. porque tiene un costo bastante elevado solucionarlo. El retiro de los carteles significan horas del personal, combustible, etc., y lo terminamos pagando todos”.