Tres de cada 10 argentinos no fueron a votar. Por hastío, enojo o apatía hacia la política, casi 10,5 millones de votantes no se molestaron o no les interesó ir a la urnas. Este universo es el objetivo de las tres principales fuerzas políticas y hacia quiénes direccionarán, a partir de ahora, sus estrategias electorales. Y el 69,6% que sí participó del acto electoral, dejó plasmado un escenario de tres tercios políticos y virtual paridad, en el que la captación de ese ciudadano que no fue a la urnas en las PASO será clave de cara a las generales de octubre y un eventual balotaje. Se trata de una nueva campaña para salir a pescar votos fuera de la “pecera” que, formalmente, según el cronograma electoral difundido por la Cámara Nacional Electoral (CNE) comienza el 2 de septiembre.
Si bien el batacazo lo dio Javier Milei al quedar en el primer lugar del podio, con 7,1 millones de votos, el 30% de los que votaron por alguna opción de la oferta electoral, Juntos por el Cambio (JxC) se ubicó segundo con 6,7 millones, a menos de dos puntos del economista libertario al sumar 28,3%, producto del 17% que cosechó Patricia Bullrich con 4 millones de votos, más 2,6 millones Horacio Rodríguez Larreta, el 11,3%. En tercer lugar, pero muy cerca, quedó Unión por la Patria (UxP) con 6,4 millones de votos, 27,3% de los sufragios válidos que se contabilizan en las PASO (los positivos más voto en blanco), porcentaje al que Sergio Massa aportó el 21,4% y Juan Grabois, el 5,9%. El voto en blanco en esta PASO fue del 4,78%.
Catorce provincias tuvieron un ausentismo por encima del promedio de 30,38% que hubo el domingo 13 de agosto para la elección presidencial. El récord se dio en Chaco, donde no fue a las urnas el 36% de los 986.357 electores habilitados a votar en el distrito. Esos 355.929 chaqueños que desistieron de emitir su voto serán los que buscarán atraer los candidatos en los comicios generales del 22 de octubre. Chaco es uno de los cinco distritos en los que se impuso UxP en la interna de candidatos a presidente. La cifra fue ligeramente inferior a la cantidad de electores que no votaron en la PASO provincial del 18 de junio pasado. Hace casi dos meses, se habían ausentado 370.049 residentes en Chaco sobre un padrón local ligeramente superior (998.377), ya que incluye también a los extranjeros, habilitados para votar cargos provinciales en todos los distritos (excepto Formosa), no así para cargos nacionales.
En el ranking de baja concurrencia a las urnas hace dos domingos, sigue Salta con el 35,3% de ausentismo. Sumaron 360.349 los residentes en esta provincia gobernada por Gustavo Sáenz que optaron por no ir a los establecimientos de votación, sobre un total de 1.020.376 electores. Pese a la cercanía del gobernador con Massa, UxP perdió en este distrito, donde se impuso Milei. En la reelección de Saénz, definida en los comicios provinciales del 14 de mayo pasado, había faltado a votar un número inferior: 329.609 salteños.
En tercer lugar se ubica La Rioja, con casi 34% de ausentismo: 99.057 riojanos que no participaron sobre un padrón de 291.743, en una provincia de fuerte raigambre peronista en la que, sin embargo, el líder de La Libertad Avanza ganó la interna presidencial.
A continuación, en el ranking de desinterés cívico aparece Misiones con el 33,7% del electorado local que no fue a la urnas: 331.216 misioneros sobre un total de 983.093 registrados en el padrón. En este distrito gobernado desde 2003 por el Frente Renovador de la Concordia, una fuerza provincial aliada al oficialismo nacional, también ganó Milei el tramo presidencial de la boleta.
Luego se ubica Formosa con casi el 33% de ausentismo, equivalente a 157.169 formoseños que no participaron del acto electoral, en el que se impuso UxP en la presidencial, sobre un padrón total de 476.466. Gobernada por Gildo Insfrán desde 1995, en las elecciones provinciales de junio en las que el mandatario peronista arrasó con el 70% de los votos, habían dejado de ir a votar un número inferior de formoseños, 120.641.
En el ranking de ausentismo, le sigue Catamarca, donde no concurrió el 32,7% de los 327.528 electores registrados en este distrito, donde el oficialismo también ganó la Primaria presidencial. Fueron 102.242 catamarqueños que desoyeron la convocatoria a las urnas, pese a que también se elegían en forma simultánea los candidatos a gobernador.
Con un porcentaje similar, siguen Santa Fe con el 32,1% de ausentismo sobre un padrón de casi 2,8 millones de electores, y Córdoba, con 32,07% sobre un total de 3 millones de habilitados a votar para presidente. En ambos, La Libertada Avanza se impuso en el tramo presidencial.
Luego se ubica Corrientes, con casi 31,2% de ausentismo. En la provincia litoraleña, una de las únicas tres en las que ganó JxC con las boletas de Bullrich y Larreta sumadas, 295.616 correntinos no fueron a las urnas sobre un padrón de 926.622 electores.
Santiago del Estero también tuvo un porcentaje de ausentismo por encima de la media nacional: casi 31,7%. Sumaron 246.901 los santiagueños que desistieron de participar de las PASO para elegir los candidatos a presidente. Esta provincia no tiene elecciones para cargos locales este año.
Las otras provincias con una participación por debajo del promedio nacional fueron La Pampa (30,7%), Chubut (30,5%), Río Negro (30,5%) y San Luis (30,4%).
En cantidad de electores absolutos que no fueron a las urnas y serán los que deberán convencer los candidatos presidenciales para la primera vuelta se ubica Buenos Aires al tope por su volumen de población: 3.774.147 bonaerenses se quedaron en sus casas, el 29,8% del padrón del distrito.
Luego le siguen Córdoba con 978.594 ausentes (32,07% del total de electores en la provincia); Santa Fe con 891.195 que no fueron (32,15%); Ciudad de Buenos Aires con 720.767 (29,8%); Mendoza con 403.925 (27,6%); Salta con 360.349 (35,3%); Chaco con 355.929 (36,1%); Tucumán con 336.455 (25,85%); Misiones con 331.216 (33,7%) y Entre Ríos con 300.069 electores que desistieron de votar (casi 27% del padrón provincial).
En las PASO presidenciales del 2019, la participación había sido del 76.40%, y subió al 80.4% en las generales. Históricamente, la concurrencia a las urnas estuvo por encima del 70% desde el retorno de la democracia, con la única excepción en las elecciones legislativas de 2021, que se hizo en medio de la pandemia por el Covid. Ese año, la concurrencia a las urnas fue del 68% del padrón, la más baja de las últimas décadas, aunque en los comicios generales de ese año el porcentaje se elevó a un 71%. Usualmente, en los comicios de medio término, el ausentismo suele ser un poco mayor a los de recambio presidencial.
Las cifras más altas de participación se registraron en las elecciones presidenciales de 1983 y 1989 cuando alcanzó el 85%, producto de la efervescencia democrática a la salida de la dictadura militar. En las elecciones siguientes de la década de 1990 los porcentajes bajaron, pero la participación se mantuvo en alrededor de un 82%.
Tras la crisis económica, política y social de 2001, el porcentaje de la ciudadanía que ejerció su derecho al voto se mantuvo por debajo del 80% hasta el año 2015. Ese año, la participación fue del 74,91% en las Primarias, y ascendió a al 81,07% en la generales en las que ganó en primera vuelta Daniel Scioli. En las elecciones presidenciales del 2019, la concurrencia en las PASO fue del 76.40%, pero en las generales el porcentaje superó el 80%. Esta tendencia que mantiene a las PASO con una menor participación se repite desde que se implementaron las primeras internas abiertas simultáneas y obligatorias, en 2011. En su debut ese año, en el que fue reelecta Cristina Kirchner, en las Primarias fue a votar el 78,67% de la población, porcentaje que subiría hasta 79,39% en las generales.
El alto ausentismo es alentado, indirectamente, por la baja penalidad que tiene incumplir la ley. Si no se justifica el motivo del ausentismo en los 60 días posteriores al comicio, la multa la primera vez es de $50 pesos, y puede ascender hasta los $500 si el incumplimiento es reiterado. Si no se paga la multa, los incumplidores no podrán hacer ciertos trámites en oficinas públicas, como sacar el pasaporte o gestionar la licencia de conducir durante un año. Pero en la práctica, según fuentes judiciales, no siempre se aplica. De hecho, la Cámara Nacional Electoral, días antes de las PASO, emitió un comunicado recordando que el voto es obligatorio y un deber cívico. Deben votar todos los ciudadanos mayores de 16 años, con la salvedad que los que tienen 16 o 17, o son mayores de 70, no tienen penalidad si no concurren.
La jueza electoral de la Capital, María Servini, también alertó sobre las consecuencias de faltar a los comicios al recordar en una nota que el voto es obligatorio y que los que no concurran, no podrán acceder a postularse a cargos públicos durante los próximos tres años después de la falta, además de no poder hacer trámites ante administraciones públicas nacionales, provinciales y municipales hasta un año después de la fecha de los comicios.